Eliminado el elogio a Nueva Izquierda

De la ponencia marco han desaparecido cosas. Antes, incluso, de que llegue a las agrupaciones para que introduzcan sus enmiendas. Ayer fue aprobada, pero ya no aparece en ella, el párrafo en el que se hacía un canto a los beneficios de la unidad electoral con Nueva Izquierda.En el primer texto, sus redactores aportaban cifras, números, porcentajes que, en su opinión, demostraban cómo el pacto con Nueva Izquierda se había traducido en mayor número de votos socialistas.

Ha sido una de las condiciones del sector del guerrista José Acosta para dejar pasar la ponencia. Pero condición es una ...

De la ponencia marco han desaparecido cosas. Antes, incluso, de que llegue a las agrupaciones para que introduzcan sus enmiendas. Ayer fue aprobada, pero ya no aparece en ella, el párrafo en el que se hacía un canto a los beneficios de la unidad electoral con Nueva Izquierda.En el primer texto, sus redactores aportaban cifras, números, porcentajes que, en su opinión, demostraban cómo el pacto con Nueva Izquierda se había traducido en mayor número de votos socialistas.

Ha sido una de las condiciones del sector del guerrista José Acosta para dejar pasar la ponencia. Pero condición es una palabra dura y se prefiere hablar de "sugerencia", palabra más educada y, en el fondo, igual de efectiva.

Ayer, Acosta no se refirió a estos puntos en su intervención ante el comité regional. Pero sí dejó claro que el voto positivo de su grupo nada tiene que ver con la calidad del texto: "Esa ponencia exige una enmienda a la totalidad o su rechazo total. Pero no vamos a hacerlo. Ya habrá ocasión de cambiarla. Que siga adelante. Y vayamos al congreso a recuperar el proyecto político socialista".

No han sido sólo los acostistas. Algunos renovadores habían señalado también que "si Lissavetzky quiere irse con una ponencia política aprobada, tendrá que retirar unas afirmaciones que no compartimos todos".

Estando pendiente de su verdadero debate en las distintas agrupaciones, lo de ayer fue un trámite más. A los miembros del comité regional les preocupaba más conocer los nombres de los nuevos candidatos a la secretaría general de la FSM. Ni siquiera el discurso de Jaime Lissavetzky sobre la mundialización, las nuevas tecnología y futuras profesiones levantaron el entusiasmo de los presentes.

El verdadero debate estaba en el bar del hotel donde se celebraba el comité regional: ¿Qué es mejor? ¿Que haya precandidatos con sus avales y su campaña electoral abierta? ¿O que cualquiera pueda autoproclamarse candidato y se busque la vida y el periodista amigo que le dé a conocer?

Depende a quién se le haga la pregunta. Como todo.