SYDNEY 2000

Más plusmarcas en la piscina mágica

Estados Unidos bate los récords mundiales, masculino y femenino, de 4x100 estilos

El apasionado público australiano se merecía un fin de fiesta completo. Pero sus nadadores no pudieron con los de Estados Unidos en las finales de 4x100 estilos. Los norteamericanos quebraron, además, los récords masculino y femenino; éste pertenecía a China desde 1994. La natación se despidió del Aquatic Center tras batir 13 marcas mundiales e igualar otra. En todo caso, los anfitriones adornaron su proeza con otras dos medallas de plata: 18 subidas al podio, una por cada millón de habitantes.La veterana Dara Torres (33 años) vivió ayer una hiperactividad muy rentable, concentrada en poco más...

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El apasionado público australiano se merecía un fin de fiesta completo. Pero sus nadadores no pudieron con los de Estados Unidos en las finales de 4x100 estilos. Los norteamericanos quebraron, además, los récords masculino y femenino; éste pertenecía a China desde 1994. La natación se despidió del Aquatic Center tras batir 13 marcas mundiales e igualar otra. En todo caso, los anfitriones adornaron su proeza con otras dos medallas de plata: 18 subidas al podio, una por cada millón de habitantes.La veterana Dara Torres (33 años) vivió ayer una hiperactividad muy rentable, concentrada en poco más de una hora: 3ª en los 50 metros libres, entrega de medallas, triunfo en el relevo y otra vez al podio para escuchar el himno nacional. Ella y sus compatriotas Bedford, Quann y Thompson reflejaron la inutilidad del debate sobre los límites humanos al mejorar en casi 3,5 segundos (3.58.30 por 4.01.67) aquel polémico récord de las chinas que parecía inalcanzable; de paso, rompieron otra barrera mítica, la de los cuatro minutos.

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La mayoría de los 17.500 espectadores, que poco antes habían explotado de euforia con el oro y la plata de los australianos Hackett y Perkins en los 1.500 -el bronce fue para Thompson (EE UU)-, albergaban el deseo de clausurar la natación con otra victoria sobre EE UU en el relevo masculino. Pero no pudo ser: la gran clase de sus paisanos Welsh, Harrison, Huegill y Klim no bastó para evitar la gloria del exsoviético Krayzelburg y sus nuevos compatriotas Moses, Croker y Hall. Éstos se adelantaron desde la primera posta y mantuvieron la ventaja hasta lograr otro registro histórico: 3.33.73, que mejora en más de un segundo (3.34.84) el que EE UU marcó en Atlanta 96.

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