SYDNEY 2000

Nina fracasa en un entorno hostil

El sexto puesto de Yivanévskaia en los 200 espalda desata la polémica sobre su preparación

Una medalla de bronce y un diploma son un gran éxito para el 95% de los nadadores. Pero el 6º puesto que la española Nina Yivanévskaia registró ayer en los 200 metros espalda, tras ser la 3ª en los 100, supo a fracaso. Pocas horas antes, Frederik Hviid la acusó de "trato de favor" por parte de la federación. Además, los resultados de la malagueña de Moscú alimentan la polémica: se prepara con su marido, que no es entrenador.En la línea de sus manifestaciones contradictorias -"Me he reservado para la final", dijo el jueves tras ser 3ª en las semifinales-, Yivanévskaia se mostró ayer risueña: "H...

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Una medalla de bronce y un diploma son un gran éxito para el 95% de los nadadores. Pero el 6º puesto que la española Nina Yivanévskaia registró ayer en los 200 metros espalda, tras ser la 3ª en los 100, supo a fracaso. Pocas horas antes, Frederik Hviid la acusó de "trato de favor" por parte de la federación. Además, los resultados de la malagueña de Moscú alimentan la polémica: se prepara con su marido, que no es entrenador.En la línea de sus manifestaciones contradictorias -"Me he reservado para la final", dijo el jueves tras ser 3ª en las semifinales-, Yivanévskaia se mostró ayer risueña: "Han sido los mejores Juegos de mi vida. Hoy estaba muy cansada. Sabía que iba a ser muy difícil nadar tan rápido como en Helsinki", dijo en referencia a sus tres medallas de oro en el Europeo de hace dos meses. Y añadió: "Después de dos años de inactividad, he competido mucho y he preparado más los 100 metros . Creo que eso me ha perjudicado. Una cosa es hablar de medallas, y otra venir aquí y conseguirlas".

Sin fuerza para remontar en el segundo hectómetro, como hace cuando está en forma, y con una marca (2.12,75) muy inferior a la de la víspera (2.11,93) y a su récord nacional (2.09,53), Yivanévskaia dio la razón a quienes piensan que su plan de preparación no es el adecuado. Se entrena en la piscina municipal de Torremolinos y nunca ha seguido el programa de la federación (controles técnicos y médicos), como hacen sus compatriotas de la selección. Su marido, Francisco Medina, quien trabajaba como animador en un hotel antes de conocerla, cronometra los entrenamientos y sigue el método que le dictó el británico Cecil Thomas Rusell, detenido por tráfico de drogas poco antes de que Yivanévskaia ganase el triple oro en Helsinki, después de entrenarse sólo tres meses con Rusell. "No pongo en duda la calidad de los técnicos de la federación. Pero Nina sólo confía en los métodos de Rusell, cuya detención fue, además de una sorpresa enorme, una desgracia para nosotros", dijo ayer Medina.

Hviid, quien batió ayer el récord de España de 1.500, cuestionó la presencia de Medina en Sydney -"No es entrenador y mira el cronómetro al revés"- y reveló el mal ambiente: "Cuando compite Nina, acudimos a las gradas pero no animamos". Dos miembros de la delegación española aseguraron que la opinión de Hviid "es mayoritaria entre los nadadores de la selección". Juan Viota, jefe de expedición, lo negó, aclaró que Medina "se ha pagado sus gastos de viaje y estancia" e insistió "en las peculiaridades de cada nadador, supervisado en todo caso por la federación".

Pero eso no encaja con la opinión de varios técnicos, que pidieron el anonimato: "Nina es una de las mejores del mundo y debe tener un entrenador de alto nivel".

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