Resfriado y derrota

La plaga de Sydney alcanzó a Conchita Martínez y la afectó tanto que influyó decisivamente en su clara derrota (1-6, 6-0, 6-4) ante la eslovaca Karina Habsudova. Una bronquitis olímpica originada en el permanente juego de aire acondicionado, sol, coche helado, calle ardiente, dejó sin defensas a la aragonesa igual que antes a decenas de periodistas, visitantes, deportistas y veraneantes. Atchiss, es el sonido de moda. Narices rojas, el maquillaje del momento. Mal tenis, el resultado para la española, que ahora, si recupera el ritmo respiratorio y la capacidad pulmonar, tendrá más fuerza...

La plaga de Sydney alcanzó a Conchita Martínez y la afectó tanto que influyó decisivamente en su clara derrota (1-6, 6-0, 6-4) ante la eslovaca Karina Habsudova. Una bronquitis olímpica originada en el permanente juego de aire acondicionado, sol, coche helado, calle ardiente, dejó sin defensas a la aragonesa igual que antes a decenas de periodistas, visitantes, deportistas y veraneantes. Atchiss, es el sonido de moda. Narices rojas, el maquillaje del momento. Mal tenis, el resultado para la española, que ahora, si recupera el ritmo respiratorio y la capacidad pulmonar, tendrá más fuerzas para luchar a medias con Arantxa por el título de dobles.A la barcelonesa, robusta como todo el mundo sabe, no le afectó la plaga en absoluto y con su habitual eficiencia y capacidad se deshizo de su rival del día, la austriaca Patricia Wartusch (6-2, 6-4). En octavos le espera a Arantxa la colombiana Zuloaga, precioso aperitivo antes del plato fuerte anunciado para cuartos, la visita a la guarida de la inexpugnable Venus Williams (28 victorias consecutivas con la de ayer, incluidas las finales ante Davenport de Wimbledon y Nueva York). Será, si se produce, una dura prueba para la fortaleza norteamericana: su última derrota le llegó una tarde de París a manos de la infatigable Arantxa. Más dura por cuanto Venus Williams se ha quedado en solitario con el cartel de gran favorita debido a la retirada (rotura fibrilar en un pie por estrés) de su compatriota Lindsay Davenport. La cabeza de serie número uno abandonó el torneo olímpico momentos antes de su partido con la paraguaya De los Ríos. Fue un momento duro. Davenport no olvida, y así lo hizo saber, que el verdadero detonante de su ascensión en el ránking fue su triunfo olímpico en Atlanta 96. La imposibilidad de defenderlo en Sydney la ha dejado anonadada, y también preocupada por si su lesión la deja fuera de combate en lo que queda de temporada. El lado masculino se desarrolló ayer con menos sobresaltos. Ganaron los cinco cabezas de serie que entraron en acción y no hubo lesiones, retiradas ni resfriadas. Entre los triunfadores del día estuvo Juan Carlos Ferrero, que dispuso del chileno Nicolás Massu en dos sets (6-4, 7-6). En el torneo de dobles entraron en acción Albert Costa-Àlex Corretja ganando a los argentinos Chela-Zabaleta por 6-3, 6-4.