Sydney 2000

Villanueva, eliminado en cuartos

El joven de Alcalá puso en aprietos al monstruo francés - El equipo alemán, primero en bajar de cuatro minutos en los 4 kilómetros

José Antonio Villanueva estuvo a punto de ganar una de las dos mangas de los cuartos de final de velocidad al monstruo francés Florian Rousseau. El ciclista de Alcalá de Henares lo hizo perfecto dentro de sus medios: cogió la cuerda, lanzó al francés contra el exterior, le cerró la puerta por todos los lados, veloz e instintivo, siempre reaccionaba a la milésima de segundo ante los intentos de Rousseau, múltiple campeón del mundo. Nunca ha ganado Villanueva, de 21 años, a Rousseau, pero siempre que sale a la pista, el fenómeno español de la velocidad sale pensando que algún día será el primero...

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José Antonio Villanueva estuvo a punto de ganar una de las dos mangas de los cuartos de final de velocidad al monstruo francés Florian Rousseau. El ciclista de Alcalá de Henares lo hizo perfecto dentro de sus medios: cogió la cuerda, lanzó al francés contra el exterior, le cerró la puerta por todos los lados, veloz e instintivo, siempre reaccionaba a la milésima de segundo ante los intentos de Rousseau, múltiple campeón del mundo. Nunca ha ganado Villanueva, de 21 años, a Rousseau, pero siempre que sale a la pista, el fenómeno español de la velocidad sale pensando que algún día será el primero. Tácticamente perfecto, Villanueva logró que el sprint no se lanzara hasta pasado el toque de campana, hasta los 180 metros: en las distancias cortas es donde mejor puede aprovechar la explosividad de sus músculos. Y dentro de la cuerda y en sprint corto, como quería el español, Rousseau sufrió: no pudo superar a Villanueva en la última curva por el exterior, pero sí, aunque muy justamente en la recta final con el golpe final de riñones. En la segunda manga, no hubo combate: agotado el español y serio el francés.Varias cosas aprendió ayer Villanueva, algunos detalles que le serán útiles para la lucha por la quinta plaza que se disputará hoy en sprint único entre cuatro corredores: la principal es que poco a poco, y si insiste, conseguirá en un par de años que su mirada de concentración intensa en los segundos previos a la salida, el instante en que hay que dejar que la adrenalina llegue libre al torrente sanguíneo para salir lanzado, al mismo tiempo que hay que lograr controlarla para que no bloquee al cuerpo, sea, al menos, tan amedrentadora como la de Rousseau, todo un loco de manicomio por sus pintas.

La gran noticia del velódromo llegó ayer del cuarteto alemán de persecución, que se convirtió en el primer equipo que baja de los cuatro minutos en los cuatro kilómetros. Una prestación extraordinaria la de Bartko, ya campeón en la persecución individual, Lehmann, Fulst y Becke: 3.59,781m. Una marca que les permitió derrotar a Ucrania, un equipo que en las finales había establecido un efímero récord mundial (4.00,834m).

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