La dirección federal del PSOE respalda a Chaves y dice que nadie tiene "la franquicia" de Zapatero
La nueva ejecutiva federal del PSOE respaldó ayer de manera clara, nítida y rotunda la decisión de Manuel Chaves de optar por tercera vez consecutiva a la secretaría general de los socialistas andaluces en el congreso regional de diciembre. Y por si había algún resquicio para que algún dirigente plantee una alternativa al también presidente federal del PSOE y de la Junta de Andalucía, invocando el nombre de José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió: "Nadie tiene la franquicia de la dirección". Así lo dijo ayer el responsable federal de Organización, José Blanco, en una reunión interna con los res...
La nueva ejecutiva federal del PSOE respaldó ayer de manera clara, nítida y rotunda la decisión de Manuel Chaves de optar por tercera vez consecutiva a la secretaría general de los socialistas andaluces en el congreso regional de diciembre. Y por si había algún resquicio para que algún dirigente plantee una alternativa al también presidente federal del PSOE y de la Junta de Andalucía, invocando el nombre de José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió: "Nadie tiene la franquicia de la dirección". Así lo dijo ayer el responsable federal de Organización, José Blanco, en una reunión interna con los responsables provinciales y el regional de esta área.
La reunión de Blanco tenía como objeto ir avanzando en las resoluciones aprobadas en el mes de julio en el 35º Congreso Federal, así como el de mostrar el apoyo a Chaves por su decisión de presentarse a la reelección como secretario general de los socialistas andaluces. "Es una satisfacción el anuncio de Manuel Chaves. Es una buena noticia, porque allí donde las cosas van bien no se necesita ir corrigiendo la situación, sino afianzarla", proclamó en conferencia de prensa. Blanco precisó que se trata no sólo de una opinión de la ejecutiva federal como del conjunto de los socialistas andaluces, a tenor de las declaraciones públicas realizadas por sus referentes provinciales y regionales.La intervención de Blanco fue toda una advertencia a aquellos dirigentes que consideran un plus el haber respaldado desde el primer momento la candidatura de Rodríguez Zapatero como líder del PSOE frente a las otras tres. En el caso de Andalucía, tres secretarios generales apostaron por el diputado leonés, frente a cinco que avalaron a José Bono, así como buena parte de la dirección regional, entre ellos el propio Chaves.
El responsable federal de Organización no echó manos de estos datos cuando se le preguntó por las aspiraciones de "los seguidores" de Zapatero. "Los seguidores de Zapatero son el 90% del partido, que fue el [porcentaje] que apoyó a la ejecutiva", aseguró Blanco, quien añadió: "Estamos agradecidos a unos y a otros, pero estamos en una fase nueva y la dirección federal representa al conjunto del partido. Ese debate ya ha concluido y nadie tiene la franquicia de la ejecutiva federal".
Tampoco Blanco, que ha sido el primer secretario federal de Organización en reunirse con todos sus homólogos andaluces, quiso avalar la tesis de muchos dirigentes que opinan que Manuel Chaves debe acometer cambios en la dirección regional en el próximo congreso para hacer posible el "cambio tranquilo" que propugnó Rodríguez Zapatero en su carrera por la secretaría general de PSOE: "No voy a entrar en ese debate. Él determinará cuál es el mejor equipo, pero hay una contradicción al plantear que [Manuel Chaves] es un secretario general excelente y luego ponerle límites a su actuación". Todo esto lo dijo junto al secretario de Organización regional y mano derecha de Chaves, Luis Pizarro, quien subrayó el "respaldo absolutamente claro" de la dirección andaluza a la ejecutiva federal.
Ambos dirigentes abordaron, tanto en la reunión de ayer como en una convocatoria celebrada en Madrid la semana pasada, las normas que regirán en los congresos regional y provinciales en el caso de que haya más de un aspirante. La fórmula que se empleará será la misma que la del 35 Congreso Federal: se requerirá un 10% de avales de los delegados para presentar candidatura y, de lograrse, cada candidato dispondrá de un tiempo para dirigirse el congreso. En este supuesto, primero se elegiría al secretario general y, posteriormente, ambas en votaciones individuales y secretas, a la ejecutiva. Esta fórmula fue la que propusieron Chaves y Pizarro cuando estaban al frente de la gestora del PSOE que organizó el cónclave federal.