JUEGOS OLÍMPICOS DE 2000

China excluye por sospechas de dopaje a 27 deportistas que ya estaban inscritos

China anunció ayer que 27 de los 310 deportistas del equipo olímpico que sus autoridades deportivas hicieron público días atrás no acudirán a los Juegos por los "sospechosos resultados" de sus análisis de sangre. Trece médicos y entrenadores, entre ellos el polémico Ma Junren, también han sido excluidos. Las autoridades chinas no especificaron desde cuándo conocen los resultados de dichos controles y achacaron la medida a un intento por "defender el principio de una justa competencia y proteger la salud de los deportistas". El COI aprobó el 28 de agosto hacer controles sorpresa de EPO en Sydne...

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China anunció ayer que 27 de los 310 deportistas del equipo olímpico que sus autoridades deportivas hicieron público días atrás no acudirán a los Juegos por los "sospechosos resultados" de sus análisis de sangre. Trece médicos y entrenadores, entre ellos el polémico Ma Junren, también han sido excluidos. Las autoridades chinas no especificaron desde cuándo conocen los resultados de dichos controles y achacaron la medida a un intento por "defender el principio de una justa competencia y proteger la salud de los deportistas". El COI aprobó el 28 de agosto hacer controles sorpresa de EPO en Sydney.

China ha decidido lavarse la cara. Fustigadas por el probado dopaje de muchos de sus deportistas más cualificados de los últimos años, envueltas en multitud de acusaciones que especulan sobre una supuesta red organizada de dopaje masivo equiparable a la de los países del Este durante la década de los 70 y los 80, las autoridades chinas quieren limpiar la imagen de su deporte. China excluyó ayer de su equipo olímpico a 27 deportistas y 13 médicos y entrenadores, incluido el polémico Ma Junren, sospechosos de dopaje.Tu Mingde, secretario general del Comité Olímpico de China, admitió que varios de los atletas, cuyo nombre no quiso revelar, han sido excluidos por los "sospechosos resultados" de sus análisis de sangre. Otros lo han sido por "lesiones o mal estado físico". Y añadió: " no irán a Sydney para proteger su salud y defender el principio de una justa competencia deportiva".

Las autoridades chinas han apelado a la limpieza de la competición para dejar en casa a 27 de sus deportistas, pero su decisión no parece sólo deportiva. También política. El Comité Olímpico Internacional (COI) quiere acabar con el dopaje. La última medida ha sido la reciente aprobación (el pasado 28 de agosto) de un nuevo método más certero de detección de EPO (sustancia prohibida que aumenta la resistencia) por medio de controles combinados de sangre y orina que empezarán a aplicarse durante estos Juegos. Apenas 10 días después, China excluye a 27 deportistas que ya había incluido en su equipo olímpico en virtud de sus "sospechosos resultados" en unos análisis de sangre que las autoridades del país asiático no han revelado en qué fecha se hicieron.

Con la elección de la sede de los Juegos de 2008 en el horizonte -para los que Pekín es una de las favoritas-, un gesto de buena voluntad, y más cuando se puede evitar una segura polémica en caso de que a uno de los ahora excluidos se le hubiese detectado un positivo, nunca está de más.

Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, no ocultó su satisfacción. "Esto demuestra que el sistema de control antidopaje que hemos impuesto funciona y que todos los países están tomando sus propias medidas para que no se produzcan casos importantes de dopaje durante los Juegos. Estoy muy contento", aseguró ayer en Sydney durante una reunión con la prensa. Y añadió: "Ha sido una noticia muy buena. Apoyamos la decisión de China. Están luchando contra el dopaje y esto es un ejemplo para otros países".

Los 27 deportistas excluidos por China de su equipo olímpico -compuesto inicialmente por 310 personas- son 14 atletas, siete remeros, cuatro nadadores y dos piragüistas. Seis de los atletas y los siete remeros son entrenados por el polémico Ma Junren, que también ha sido apartado.

Junren saltó a la popularidad en 1993, cuando sus atletas asombraron al mundo en los Mundiales de atletismo de Stuttgart (Alemania). Coparon el podio de los 5.000 metros y ganaron el oro y la plata de los 10.000. Un mes después, en los Campeonatos Nacionales de China, la sorpresa creció al pulverizar la espigada Wang Junxia los récords mundiales de 10.000 y 3.000. El primero por más de 42 segundos. El otro por más de 16. Lo extraordinario de las marcas abrió todo tipo de especulaciones sobre los métodos de entrenamiento de Junren. Muchos hablaron abiertamente de dopaje, pero nunca se probó. A día de hoy, atletas chinas ostentan los récords mundiales de 1.500, 3.000, 5.000 y 10.000. Según explicó Junren después, su metodo se basa en un brebaje que incluye ciertas setas y sangre de tortuga y concentraciones en altitud.

Entre los atletas excluidos se encuentra Dong Yanmei, la ex plusmarquista mundial de los 5.000 metros. Tu Mingde aseguró que los siete remeros superaron la tasa permitida de EPO en los controles sanguíneos.

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