Piqué lleva al PP los postulados básicos del catalanismo histórico

El Partido Popular (PP) de Cataluña asumirá en su congreso, que se celebrará a mediados de septiembre, los postulados básicos del catalanismo histórico, de los que hasta ahora se había mantenido al margen. Las dos ponencias políticas que se debatirán -una de ellas redactada por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué- suponen una inflexión con los planteamientos clásicos de los populares: se define sin tapujos a Cataluña como "país", se habla de las "legítimas aspiraciones de los distintos pueblos de España" y se justifica el nacimiento del nacionalismo político, a principios de siglo....

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El Partido Popular (PP) de Cataluña asumirá en su congreso, que se celebrará a mediados de septiembre, los postulados básicos del catalanismo histórico, de los que hasta ahora se había mantenido al margen. Las dos ponencias políticas que se debatirán -una de ellas redactada por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué- suponen una inflexión con los planteamientos clásicos de los populares: se define sin tapujos a Cataluña como "país", se habla de las "legítimas aspiraciones de los distintos pueblos de España" y se justifica el nacimiento del nacionalismo político, a principios de siglo.

El Partido Popular está dispuesto a llevar también al terreno ideológico su intento de morder en el electorado de Convergència i Unió (CiU). Mil veces anunciado, el "giro catalanista" del PP subirá un peldaño significativo en su próximo congreso si prospera el grueso de las ponencias que se debatirán y que han sido redactadas por dos pesos pesados: el propio ministro de Asuntos Exteriores y hombre fuerte del partido en Cataluña, Josep Piqué, y la portavoz en el Parlamento autonómico, Dolors Nadal. Los delegados, que empezaron a recibir ayer los documentos, tienen hasta el 9 de septiembre para presentar enmiendas.Las ponencias no alteran los objetivos políticos de futuro del partido, basados en el respeto a la Constitución y el Estatuto, pero suponen un corte importante con el pasado y una aproximación al universo conceptual del nacionalismo moderado. De entre las principales figuras históricas del catalanismo, el PP, hasta ahora, sólo había reivindicado una determinada lectura de Francesc Cambó, pero en la ponencia que aprobará el congreso desfilan también nombres como los de Enric Prat de la Riba -fundador de la Lliga, en 1901- y Valentí Almirall -fundador del catalanismo progresista-, a quien se tilda de "nombre insigne".

El PP justifica en el texto la aparición del nacionalismo político, a principios del siglo XX, y se adhiere a una tradición que hasta ahora denostaba. Lo que le separa de CiU es que da por superados los problemas que motivaron el surgimiento del nacionalismo, básicamente la falta de respeto a la pluralidad y su poca modernidad, según el análisis del PP: "Hoy Cataluña tiene todo aquello que los catalanes reclamábamos al inicio de la transición política".

El texto presentado por Piqué rompe con la tradición del PP: se refiere a Cataluña como "país" en vez de utilizar la expresión habitual en su partido de "comunidad autónoma", sólo a cuentagotas habla de España como nación -prefiere hablar de "los distintos pueblos de España"- y considera que Cataluña tiene "derechos como pueblo". De ello se deduce, por tanto, que Cataluña es una entidad política preexistente a la Constitución.

Piqué asume también el núcleo de lo que conoce como hecho catalán, basado en la "lengua, cultura, identidad y voluntad de permanecer de los mismos", pero subraya que las posiciones políticas del catalanismo no pueden ser las del siglo XIX porque la España de hoy ya es, a su juicio, plural y moderna.

En términos casi calcados a los de CiU, Piqué indica que el catalanismo del PP tiene como objetivo básico las personas: "Nuestro catalanismo se centra en las personas y es abierto, generador de progreso y moderno". Y añade, dando la vuelta al planteamiento del obispo Torras i Bages -emblema del catalanismo conservador de principios de siglo-: "Cataluña será moderna o no será".

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El ministro aboga por instaurar un sistema de financiación autonómica de acuerdo con la ortodoxia de su partido -modelo Zaplana-, pero basa también su propuesta en un principio filosófico catalanista, de "derecho legítimo". "No hay duda de que desde Cataluña hay un derecho legítimo a reclamar unas condiciones de financiación más favorables y es probable, incluso, que exista un margen importante para mejorar la igualdad del actual sistema", sostiene Piqué en su ponencia.

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