Una doble curva en la cueva de Burgos retrasa el rescate del espeleólogo ahogado

El cuerpo de Alfonso Antxia descendió ayer de nuevo unos metros. El robot teledirigido con el que la Guardia Civil intenta recuperar al espeleólogo ahogado en una cueva subacuática se había quedado enganchado en una doble curva con forma de zeta, y se decidió soltar el cadáver para franquear el escollo. No sirvió de mucho. El cuerpo volvió a caer hasta los 67 metros, a una repisa de la cueva subacuática -La Fuente Azul, valle del Arlanza (Burgos)- donde reposa desde el sábado. Y el robot, que lo había subido seis metros el miércoles, no pudo ser elevado: quedó enredado en el cable guía ...

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El cuerpo de Alfonso Antxia descendió ayer de nuevo unos metros. El robot teledirigido con el que la Guardia Civil intenta recuperar al espeleólogo ahogado en una cueva subacuática se había quedado enganchado en una doble curva con forma de zeta, y se decidió soltar el cadáver para franquear el escollo. No sirvió de mucho. El cuerpo volvió a caer hasta los 67 metros, a una repisa de la cueva subacuática -La Fuente Azul, valle del Arlanza (Burgos)- donde reposa desde el sábado. Y el robot, que lo había subido seis metros el miércoles, no pudo ser elevado: quedó enredado en el cable guía con el que el espeleobuzo, un experto internacional, hubiera encontrado el camino de vuelta en la oscuridad de la gruta. El optimismo inicial también desapareció. El juez que iba a levantar el cadáver se marchó.Hoy, por sexto día, se tratará de recobrar el cadáver de Antxia, en un lugar de difícil acceso al que ningún buzo se atreve, de momento, a bajar: muy estrecho, desconocido y, sobre todo, a demasiada profundidad. Parece cada vez más seguro que se aceptará la colaboración de espeleobuzos franceses especializados en tareas de rescate, capaces de descender 120 metros. Otra alternativa es poner una segunda cámara en la parte trasera del robot para superar el camino de vuelta. Pero antes habrá que limpiar el camino y recuperarlo.

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