Gronholm, virtual ganador

A Marcus Gronholm, de 32 años, le faltan apenas 116 kilómetros para vivir el día más feliz de su carrera. Para un piloto finlandés no hay nada más grande que ganar el Rally de Finlandia, antiguamente conocido como de los 1000 Lagos, y él está a punto de hacerlo. Lejos del virtual vencedor, en 13ª posición tras su avería del primer día, Carlos Sainz dedica el rally que termina hoy a hacer pruebas con su coche. El piloto madrileño remontó ayer desde el 30º lugar en el que cayó el viernes, pero cualquier intento de acercarse a las seis primeras plazas, las que dan acceso a los puntos para el Mund...

A Marcus Gronholm, de 32 años, le faltan apenas 116 kilómetros para vivir el día más feliz de su carrera. Para un piloto finlandés no hay nada más grande que ganar el Rally de Finlandia, antiguamente conocido como de los 1000 Lagos, y él está a punto de hacerlo. Lejos del virtual vencedor, en 13ª posición tras su avería del primer día, Carlos Sainz dedica el rally que termina hoy a hacer pruebas con su coche. El piloto madrileño remontó ayer desde el 30º lugar en el que cayó el viernes, pero cualquier intento de acercarse a las seis primeras plazas, las que dan acceso a los puntos para el Mundial, quedó cortado en el primer tramo de la etapa, cuando volcó su Ford Focus en una cuneta. Tuvo suerte y pudo continuar en carrera. "Era un punto muy lento del recorrido, una curva de tercera", explicó Sainz, que perdió apenas medio minuto y volvió enseguida a la ruta. "La parte de atrás del coche cayó en la zanja y volcamos. La verdad es que fue algo estúpido. El coche parecía destrozado, pero funcionaba".El primer tramo de la etapa de ayer no sólo tuvo al campeón español como protagonista. Allí quedó prácticamente sentenciado el rally. El inglés Richard Burns, líder del Mundial hasta entonces y segundo en la clasificación de la carrera, se vio obligado a abandonar por culpa de un espectacular accidente. Ocurrió justo al cruzar la meta del tramo y el Subaru quedó tan dañado que su dueño no pudo más que certificar el tercer cero consecutivo en el casillero del Mundial. Tras ese incidente, Gronholm (Peugeot) quedó liberado de su principal amenaza y empezó a acariciar el sueño de ganar el rally de su país. Durante el resto del día se limitó a conservar, y afronta la última etapa con una renta confortable sobre todos sus rivales. El triunfo, además, tendrá como premio añadido el liderato del Mundial, gracias a la retirada de Burns.

Para los últimos cinco tramos de la carrera, el interés se centra en la lucha por los otros dos escalones del podio. Apenas 40 segundos separan a Harri Rovanpera (Toyota), segundo a casi un minuto de Gronholm, de su compatriota Sebastian Lindholm (Peugeot), quinto, y en ese grupo están también Colin McRae (Ford) y Tommi Makinen (Mitsubishi). Un poco más atrás, en séptimo lugar, se ubicó el Seat Córdoba de Didier Auriol, a más de tres minutos del líder. El francés remontó desde la 15ª posición: aprovechó el abandono de su compañero Toni Gardemeister, que sufrió una avería en la bomba de la gasolina, y un pinchazo que hizo perder cuatro minutos a otro de los notables locales, Juha Kankkunen (Subaru).