Díaz se queda solo en el 1.500

El gallego mejora su marca en Montecarlo, donde abandonó Redolat y Estévez fue último

Cara y cruz en Montecarlo para el 1.500 español. Andrés Díaz confirmó que es la proa del mediofondo actual, pero en una carrera sin la presencia y el asombro habitual del marroquí Hicham el Guerruj, fueron decepcionantes las retiradas de José Antonio Redolat y, sobre todo, el último lugar de Reyes Estévez, que había pasado una noche muy mala a causa de un enfriamiento con el aire acondicionado. Díaz rebajó una vez más su marca personal, con 3.31.48 minutos (justamente la gran marca que ha hecho esta temporada Redolat), pero su falta de velocidad final le impidió ser el primer ganador español e...

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Cara y cruz en Montecarlo para el 1.500 español. Andrés Díaz confirmó que es la proa del mediofondo actual, pero en una carrera sin la presencia y el asombro habitual del marroquí Hicham el Guerruj, fueron decepcionantes las retiradas de José Antonio Redolat y, sobre todo, el último lugar de Reyes Estévez, que había pasado una noche muy mala a causa de un enfriamiento con el aire acondicionado. Díaz rebajó una vez más su marca personal, con 3.31.48 minutos (justamente la gran marca que ha hecho esta temporada Redolat), pero su falta de velocidad final le impidió ser el primer ganador español en una reunión de la Liga de Oro. En longitud, saltó con discreción Niurka Montalvo, pues apenas alcanzó los 6,61 metros. La presión de estos días está pudiendo con ella. En altura, Javier Sotomayor sigue mejorando tras su reaparición. Ganó con 2,30 metros, mejorando sus 2,28 de hace unos días.Montecarlo fue la quinta cita del millonario festín atlético del circuito y Díaz demostró que es la única garantía española de luchar por las medallas olímpicas en Sydney. El gallego se colocó con confianza y fuerza detrás de las liebres kenianas, Lelei y Tanui, y del compatriota de éstos, Chirchir, con quien no pudo (3.31.02) al ser más lento al final. Díaz, con su larga zancada, puede tener opciones, pero si marca un ritmo fuerte y descuelga a rivales más rápidos. Justamente lo que le falta a él le sobra a las dos decepciones de ayer, Redolat y Estévez, cuando están en forma. El valenciano se ha perdido en los fantasmas de las derrotas ante el propio Díaz y hasta deja dudas ya de si va a ser una alternativa clara a Cacho y Estévez para ocupar alguna de sus plazas en Sydney. Y lo de Estévez ya empieza a sumarse con nota destacada al gafe general que está azotando en los últimos tiempos a la élite del deporte español en muchas modalidades. Acabó último, en 3.40.64, tras no poder con el ritmo de carrera desde los 800 metros. La noche anterior se enfrió con el aire acondicionado y la pasó entre mareos y sudores, sin dormir apenas. Podía haber sido baja, pero quiso correr porque cree estar sobre los 3.33, según sus últimos entrenamientos, y no tuvo fuerzas. ¿Las tiene realmente? Las incógnitas de la prueba más emblemática continúan.

El cara y cruz español de la reunión se repitió en 3.000 metros. En obstáculos, Luis Miguel Martín superó su espléndido récord de España de 8.11.18, batido en Sevilla el año pasado, con 8.09.77. Siempre a la estela de los imbatibles africanos (el keniano Barmasai, 8.02.76, mejor marca mundial del año, ganó ante el marroquí Boulami y sus compatriotas Yator y Misoi) Martín Berlanas rozó nada menos que el viejo récord de Europa de Joseph Mahmmoud, 8.07.62 desde 1984. Lo merecía y así hubiese compensado la pérdida de la plusmarca continental en liso que poseía Isaac Viciosa desde 1998. El belga de origen marroquí Mohammed Mourhit batió los 7.29.34 minutos del palentino con 7.26.62, sexta mejor marca de todos los tiempos tras una carrera de enorme nivel que ganó el argelino Ali Saidi-Sief, 7.25.02. Ambos superaron al plusmarquista mundial (7.20.67 desde 1996), el keniano Komen, tercero con 7.28.92.

En 100, con nuevas salidas nulas por la lentitud del disparo del juez, Maurice Greene no dio opción ante una batería de rivales inferior a otras ocasiones. No bajó siquiera de 10 segundos (10.01). En mujeres, tras dos salidas nulas y la segunda precisamente suya, Inger Miller confirmó que por algo quedó a una centésima de Marion Jones (ausente ayer) en Zurich. Pese a retenerse en la salida para no cometer otra nula, Miller hizo su mejor mejor marca del año, 10.91, tercera mundial de la temporada. Arron salió fatal y Pintúsevich nunca estuvo en carrera.

En otras pruebas, fue una agradable sorpresa comprobar la buena reconversión de Irina Privalova a los 400 metros vallas. A sus 32 años, la que fue gran velocista rusa, que ya no tenía nada que hacer en los 100 metros ante la nueva ola encabezada por Marion Jones, ha decidido pasar su larga zancada a las vallas altas. En su tercera carrera, que dominó de principio a fin, hizo 54.06, su mejor marca y la tercera mundial del año. De no haber llegado mal a la última valla hubiese bajado de los 54 segundos. Es una clara finalista olímpica en Sydney. Sin descartar la medalla.

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