PROBLEMAS EN LA PREPARACIÓN OLÍMPICA ESPAÑOLA

Jesús Carballo no irá a Sydney

El campeón del mundo de gimnasia será operado mañana de una lesión en la rodilla

La frustración marca la carrera deportiva de Jesús Carballo, de 23 años, el gimnasta español que ha superado los éxitos del legendario Joaquín Blume. Actual campeón del mundo de barra fija y claro favorito para lograr al menos dos medallas en los Juegos de Sydney, Carballo será operado mañana de una lesión de rodilla que le apartará de la competición durante seis meses, como mínimo. Hace cuatro años, en Atlanta, se cayó cuando rozaba el oro.Aislado para rumiar el disgusto, Carballo "encajó mal el enorme golpe" de la noticia, según el doctor Pedro Guillén, que le hizo una resonancia magnética e...

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La frustración marca la carrera deportiva de Jesús Carballo, de 23 años, el gimnasta español que ha superado los éxitos del legendario Joaquín Blume. Actual campeón del mundo de barra fija y claro favorito para lograr al menos dos medallas en los Juegos de Sydney, Carballo será operado mañana de una lesión de rodilla que le apartará de la competición durante seis meses, como mínimo. Hace cuatro años, en Atlanta, se cayó cuando rozaba el oro.Aislado para rumiar el disgusto, Carballo "encajó mal el enorme golpe" de la noticia, según el doctor Pedro Guillén, que le hizo una resonancia magnética el viernes para comprobar el alcance de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. El médico le advirtió hace tiempo de que su presencia en Sydney peligraba: "Traté de dulcificar el diagnóstico porque Jesús tiene un gran equilibrio mental y se crece en la alta competición, lo que nos daba algunas esperanzas de que pudiera competir en precario. Le dije que si se operaba no iría a los Juegos, y que si no lo hacía también tendría problemas. Tengo que cambiar dos tendones, y necesitará entre seis y ocho meses para recuperarse por completo", añadió Guillén, que ya operó a Carballo en otras tres ocasiones de distintos males.

Su padre (seleccionador del equipo femenino), quien se llama igual que él y es el patriarca de una familia de gimnastas, recalcó la parte más dolorosa del disgusto: "Jesús se ha entrenado muchas horas diarias durante cuatro años con el objetivo prioritario de conseguir en Sydney lo que evitó la caída de Atlanta, tras lograr el oro en los Europeos y en los Mundiales. Es valiente y frío de carácter, pero la procesión va por dentro".

Carballo se rompió el ligamento hace tres meses probando un nuevo salto en el potro. El gimnasta declaró ayer que durante todo este tiempo pensó que podría esquivar el quirófano. "Pero no ha podido ser" se lamentó. "Creí que bastaría con la rehabilitación, pero ha sido imposible. En la salida de la barra fija, en la que caes desde muy alto y con mucha fuerza, la rodilla no me responde. Llevo cuatro años pensando en Sydney, pero... Sé que conseguir una medalla dependía sólo de mí. Era mi momento. Espero recuperarme para los Mundiales del año que viene y a ver si en los próximos Juegos se cumple aquello de que a la tercera va la vencida".

El entrenador de la selección masculina, Héctor Ramírez, admitió que la pérdida de Carballo "es irreparable en el sentido de lograr el máximo rendimiento del equipo, además de sus probables medallas en barra fija y paralelas, y la posible en anillas". Pero recalcó: "Mantengo el objetivo de terminar entre los seis primeros en la clasificación por países, a pesar de que es la primera vez que España acude con el equipo completo. Y me atrevo a pronosticar que volveremos con más de una medalla individual. Gervasio Deferr, Omar Cortés, Víctor Cano y Andreu Vivó están capacitados para lograrla porque han trabajado tanto como Carballo". Vivó, testigo de la conversación en el Centro de Alto Rendimiento, la interrumpió con cara de enojo: "Tanto no, hemos trabajado más que él", exclamó. Esa reacción confirma la sospecha de que existe cierta tirantez entre el líder del equipo y sus compañeros. Ramírez templó gaitas: "Podemos hablar de envidia sana, o incluso de celos. Pero me parece normal porque estamos hablando de chicos jóvenes y llenos de amor propio. Se han enojado al leer hoy [por ayer] que la participación de Carballo resulta esencial para el éxito del equipo. Y quieren demostrar que ese juicio es erróneo".

La férrea moral de Carballo se enfrenta ahora a una dura prueba, a juzgar por lo que dijo poco después de la frustración de Atlanta, donde se cayó en el momento clave: "Este deporte moldea el cuerpo y la mente. Te enseña a no rendirte. Cuando algo no te sale, hay que intentarlo una y otra vez, hasta que lo logras. Yo fallé. Ahora lo volveré a intentar. Soy joven. Por edad, los Juegos de Sydney son los míos., porque no creo que me queden fuerzas para seguir".

El infortunio ha provocado que el propio gimnasta se replantee esa perspectiva. Y que ya piense en Atenas 2004. Carballo tiene un gran prestigio internacional, no sólo por sus éxitos, sino especialmente por la originalidad de sus ejercicios. Los gimnastas capaces de inventar elementos nuevos se ganan la vitola de maestros, además de incrementar su puntuación por la creatividad. La próxima cita olímpica, para él, queda lejos, pero Carballo ya ha avisado: "Estaré en Atenas".

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