Gerard y Rivaldo reponen al Barça

Gerard y Rivaldo, con dos golazos, le dieron el empate a un Barça que tuvo que apechugar después de haber dado más facilidades de la cuenta en defensa. Y eso, ante un rival como el Lazio, el campeón italiano, lo pagaron los azulgrana con un marcador que llegó a reflejar un 1-3 adverso.El Barça careció de ideas y andó sobrado de complejos pero terminó con apuntes de calidad cuando comparecieron sus mejores individualidades. Rivaldo, pese a no estar en forma, demostró que es el guía de un bloque en proceso de formación. El conjunto azulgrana se apoya en un orden, en un estilo en el que impera el...

Gerard y Rivaldo, con dos golazos, le dieron el empate a un Barça que tuvo que apechugar después de haber dado más facilidades de la cuenta en defensa. Y eso, ante un rival como el Lazio, el campeón italiano, lo pagaron los azulgrana con un marcador que llegó a reflejar un 1-3 adverso.El Barça careció de ideas y andó sobrado de complejos pero terminó con apuntes de calidad cuando comparecieron sus mejores individualidades. Rivaldo, pese a no estar en forma, demostró que es el guía de un bloque en proceso de formación. El conjunto azulgrana se apoya en un orden, en un estilo en el que impera el control del cuero, pero que no podría ser explicado sin reparar en las individualidades. Ayer, ante el Lazio, el grupo de Serra Ferrer salió sin Rivaldo, sin Guardiola y sin Overmars y el resultado fue que sufrió de lo lindo con los contraataques rápidos y al primer toque que encadenó el Lazio, pese a que no contó ayer con los argentinos Verón, Crespo, Piojo López y Simeone. El control del partido correspondió de salida al Barça pero no encontró alternativas para romper el orden de la zaga italiana. El panorama cambió en el descanso. Con Rivaldo, Guardiola, Overmars y Abelardo y el mismo sistema que viene utilizando hasta ahora (3-2-3-2), el Barça remontó el 1-3 de una primera parte en la que pagó el desacierto de Kluivert en el remate, al que asistió repetidamente Zenden por la banda izquierda.

Xavi anduvo espeso, sin ideas, quizás demasiado preocupado por abrir el campo. Una de las únicas ocasiones que optó por la verticalidad, a punto estuvo de aprovechar Gerard con su notable llegada.

Los problemas en defensa fueron mayores. Petit, el libre, erró en los tres goles del Lazio. Anduvo despistado el francés, cuya zona natural está en el centro del campo. Salas siempre le ganó la espalda y así anotó sus dos goles que se añadieron al obtenido por Mihajlovic en el lanzamiento de un libre directo.

No hubo velocidad en el Barça y su juego fue aburrido en el primer acto. Con la salida de Rivaldo y compañía, el panorama cambió. Apareció la sutileza, el toque de la zurda del brasileño, la garra de Gerard, bien conectado con Guardiola, y la seguridad de Abelardo en la zaga. Fue suficiente para acorralar al Lazio, que claudicó ante los dos golazos de Gerard y Rivaldo.