Asenjo asegura que el "nuevo tiempo" en el PSOE debe "reflejarse" en el congreso regional
El vicesecretario general del PSOE de Andalucía y nuevo vocal de la ejecutiva federal, José Asenjo, cree que lo ocurrido en el 35º Congreso Federal debe proyectarse sobre la federación andaluza cuando a principios del próximo mes de diciembre renueve su dirección. "El nuevo tiempo en el PSOE debe tener reflejo en el congreso regional", aseguró a EL PAÍS el dirigente malagueño, que apostó por la candidatura ganadora de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general frente a la de José Bono. La división en el voto de los delegados andaluces ha resquebrajado la compacta mayoría del PSOE and...
El vicesecretario general del PSOE de Andalucía y nuevo vocal de la ejecutiva federal, José Asenjo, cree que lo ocurrido en el 35º Congreso Federal debe proyectarse sobre la federación andaluza cuando a principios del próximo mes de diciembre renueve su dirección. "El nuevo tiempo en el PSOE debe tener reflejo en el congreso regional", aseguró a EL PAÍS el dirigente malagueño, que apostó por la candidatura ganadora de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general frente a la de José Bono. La división en el voto de los delegados andaluces ha resquebrajado la compacta mayoría del PSOE andaluz y ayer algunos dirigentes ya hablaban de la necesidad de "reconstrucción".
Los andaluces llegaron al congreso unidos bajo un documento común y de defensa de gestión de la Comisión Política, que ha presidido Manuel Chaves durante tres meses, pero han salido con algunos desconchones. El voto de los delegados no fue unánime -como ya se sabía y, en algunos casos, se temía, semanas antes del congreso- y los secretarios provinciales se dividieron entre los que apoyaron a Bono -los de Sevilla, Cádiz, Huelva, Almería y Jaén- y los que apostaron por el nuevo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero -Málaga, Granada y Córdoba-. Esta división era aún mayor en las propias delegaciones provinciales, cuyos integrantes se sintieron muy celosos de su derecho al voto individual y secreto. Con todo, el apoyo de la federación andaluza a Bono fue mayoritario, pero menor del que se habló inicialmente y que se calculó en torno al 70%. Dirigentes que apoyaron la candidatura del ganador, rebajan considerablemente esta cifra en más de 10 puntos.
Chaves negó ayer que el hecho de que él mismo hubiera suscrito la opción de Bono se pudiera medir en términos de victoria o derrota. "Nunca me he pronunciado públicamente sobre el apoyo que tenía que dar la federación andaluza, sino que he puesto encima de la mesa las posibilidades de uno y otro. Y he pedido que no hubiera pronunciamientos públicos que pudieran decidir [sobre el voto de los delegados]. Eso no se ha hecho", enfatizó Chaves.
El malestar que se empieza a detectar entre los socialistas andaluces está más relacionado con las formas de ejercer la política que con el resultado numérico de las votaciones. También con la presencia obtenida en los nuevos órganos federales. El hecho viene de antiguo y el descontento puede ir a más. Comentarios de pasillos a altas horas de la noche sobre si la "minoría de Andalucía", es decir, la que apoyó a Rodríguez Zapatero, había hecho fracasar la candidatura del presidente de Castilla-La Mancha contribuyeron a soltar los lazos de unión, calentar los ánimos y enumerar una retahíla de agravios y reproches.
La nueva forma de hacer política que ha defendido José Luis Rodríguez Zapatero fue suscrita ayer por el vicesecretario general del PSOE andaluz y secretario general malagueño, José Asenjo, uno de los tres dirigentes locales que apostaron por esa candidatura. "El nuevo tiempo en el PSOE debe tener reflejo en el congreso regional", afirmó Asenjo, que en otras ocasiones se ha quejado públicamente de la forma en que se toman las decisiones en la dirección andaluza.
Dirigentes de la ejecutiva regional admitieron implícitamente el resquebrajamiento de la mayoría nucleada en torno al presidente de la Junta y secretario general de los socialistas andaluces, Manuel Chaves, y de la necesidad de "recomponer" y "reconstruir" la situación con vistas al congreso regional que se celebrará del 1 al 3 de diciembre. La mayoría de los dirigentes consultados dan por hecho que Chaves se presentará a la reelección como secretario general, aunque ayer éste evitó comprometerse: "Ya hablaremos", dijo. El presidente andaluz aseguró que "lo ocurrido" en el cónclave federal debería trasladarse a las federaciones "aunque no hay congresos iguales".
La mayoría confía en el liderazgo y el papel aglutinador de Manuel Chaves para atajar a tiempo una posible división, más aún cuando ahora también ocupa la presidencia federal del PSOE, un cargo que él mismo describió como de "conciliación y mediación".