TENIS Semifinales de la Copa Davis

"Si no ganan, no lo harán hasta 3000"

John McEnroe, 41 años, no podía ser más concreto en su análisis de la situación que atraviesa el equipo de Estados Unidos en la semifinal de Santander. "Hemos viajado a España en una situación que no nos ofrecía grandes posibilidades. Hemos ganado muchas Copas Davis, y ellos no han jugado una final desde hace 33 años. Es su gran oportunidad. Y tienen algo que demostrar. Además, juegan en casa, con mucho calor, en tierra batida, y cuentan con muy buenos jugadores, y nosotros no tenemos a los mejores. Lo tienen todo. Si no ganan ahora la Copa Davis no la ganarán hasta el año 3000".El capitán est...

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John McEnroe, 41 años, no podía ser más concreto en su análisis de la situación que atraviesa el equipo de Estados Unidos en la semifinal de Santander. "Hemos viajado a España en una situación que no nos ofrecía grandes posibilidades. Hemos ganado muchas Copas Davis, y ellos no han jugado una final desde hace 33 años. Es su gran oportunidad. Y tienen algo que demostrar. Además, juegan en casa, con mucho calor, en tierra batida, y cuentan con muy buenos jugadores, y nosotros no tenemos a los mejores. Lo tienen todo. Si no ganan ahora la Copa Davis no la ganarán hasta el año 3000".El capitán estadounidense no se rindió. Pero en todo momento dejó claro que nunca había tenido confianza excesiva en el equipo que había debido seleccionar. "Agassi y Sampras no están aquí. Punto. Pueden ser los dos mejores del mundo, pero no juegan. Y aquí están los mejores que han querido venir. Martin y Gambill han jugado bien, pero no han sabido aprovechar sus oportunidades. Y eso ha hecho cada vez más fuertes a sus rivales. Ahora ellos tienen confianza y será muy difícil ganarles en el doble". Agregó que no veía a Martin con energía para jugar tres partidos, pero que Gambill sí la tenía. Aunque habló sobre la necesidad de dar confianza a Spadea y Woodruf, y dejar a Gambill para los últimos individuales. "No sé si cambiaremos. Mañana lo decidiremos".

McEnroe, fiel a su estilo, no pudo evitar la polémica. Fue en el segundo partido, cuando cruzó la pista para hablar con Gambill. "Sabía que estaba prohibido. Pero sentí que debía hacerlo". Ahí recibió la única gran pitada.

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