La victoria marca el punto de inflexión

A la mayoría de jugadores españoles les reconfortó ver por televisión su partido contra Eslovenia desde la cama del hotel de concentración. Antes habían sido sometidos a una sesión de hidromasaje, solución de emergencia para combatir el desfondamiento tras el choque disputado en la caldera del Arena de Amsterdam, un estadio mal ventilado y de césped duro. Alguno incluso se gustó más que en el propio campo y apuesta a que la victoria del domingo marcará el punto de inflexión del equipo. Más que el tercer partido de grupo, el encuentro del miércoles en Brujas contra Yugoslavia se contempla desde...

A la mayoría de jugadores españoles les reconfortó ver por televisión su partido contra Eslovenia desde la cama del hotel de concentración. Antes habían sido sometidos a una sesión de hidromasaje, solución de emergencia para combatir el desfondamiento tras el choque disputado en la caldera del Arena de Amsterdam, un estadio mal ventilado y de césped duro. Alguno incluso se gustó más que en el propio campo y apuesta a que la victoria del domingo marcará el punto de inflexión del equipo. Más que el tercer partido de grupo, el encuentro del miércoles en Brujas contra Yugoslavia se contempla desde la sede española como un enfrentamiento de octavos de final, en el que el botín no sólo es la clasificación para cuartos sino la posibilidad de enfrentarse a Holanda o Francia y redimirse en un sólo acto de los pecados cometidos en la primera fase."El partido contra Eslovenia era muy peligroso", expuso Raúl, "y lo ganamos con ratos de buen fútbol, aunque nos faltó determinación para rematarlo cuando íbamos 1-0". "A mí España me agradó, incluso la vi bien físicamente", prosiguió. "El equipo va a ir a más. Ya sé que nos aguarda una prueba muy complicada contra Yugoslavia, pero también bonita y agradable por el reto que supone, pues nos pondría enfrente a selecciones que parecen gustar mucho".

El delantero, que se mostró feliz por "continuar cinco años más en el Real Madrid" después que coincidieran su intención de quedarse y el interés del club por renovarle, reivindicó el esfuerzo de la selección por jugar bien, "creando siete u ocho ocasiones de gol por partido" frente a otros equipos que se conforman con ganar con "la ley del mínimo esfuerzo". "Quiero decir que tenemos ganas de hacerlo bien", apuntó, para acto seguido admitir: "No hemos jugado como queríamos. No alcanzamos el nivel alto de juego que podemos dar, pero eso quiere decir que podemos ir a más. España tiene buenos futbolistas; sólo falta demostrarlo en el terreno de juego".

¿Cómo se siente usted siendo uno de los delanteros más importantes del mundo y el mejor pagado?, se le preguntó. Y Raúl, nombrado mejor jugador del encuentro ante Eslovenia, respondió: "Yo no lo pienso. No creo que sea lo que usted dice".

Cañizares, que se enteró de que iba a ser titular dos horas antes del encuentro -"como todo el equipo"- abundó en las sensaciones que había transmitido Raúl: "No lo tenemos fácil, pero el equipo ha recuperado la moral y la entidad. La derrota contra Noruega ha quedado atrás, y si mantenemos el espíritu de superación, estaremos en los cuartos de final. Por las secuelas del estreno no era cómodo enfrentarse a Eslovenia, no resultaba un partido para jugar a gusto y lucirse". "Yo también creo que España puede jugar mejor, que mejoraremos con el discurrir del torneo y a medida que cada uno encuentre su dinámica de juego", reiteró. "A mí también me gustaría saber la razón de lo que nos ha pasado, pero ahora ya no valen excusas". Y remachó: "Hay que morir por la camiseta, demasiado grande como para buscar disculpas a nuestra actuación".

Llegados a este punto, el portero internacional, que sustituyó a Molina frente a Eslovenia, explicó el estado de sus relaciones con Fernando Hierro y con el portero del Atlético e instó que quien no se sienta bien físicamente "levante la mano y lo diga para que se ponga otro, porque somos 22 disponibles". "Con Hierro hablamos de fútbol y seguiremos discutiendo, porque yo no discuto con quien no aporta nada, así que no os preocupéis porque nos veais hablando en el campo", precisó. "Y mi amistad con Molina va más allá del plano deportivo. Mi rival no es Molina sino Yugoslavia, que tiene un gran equipo y juega bien ofensivamente. Hablemos de equipos y no de jugadores. Habría que quitar dramatismo a las actuaciones del portero, porque ahora se juzgan de manera desmesurada".

"Podemos jugar mejor de lo que lo hemos hecho", coincidió Abelardo, "pero a mí lo que ahora me preocupa es ganar. Prefiero vencer a Yugoslavia por 1-0 y de penalti que perder después de fallar ocho ocasiones de gol y rematar cuatro veces a los palos". "Pero vamos a jugar mejor en el próximo partido, porque ésta es históricamente nuestra costumbre en los distintos torneos", anunció. "Yugoslavia nos puede venir bien porque deja jugar a fútbol". Para el central azulgrana, los cambios que introduce Camacho no tienen por qué alterar el buen funcionamiento del equipo: "Más que las novedades en las alineaciones, lo que más dudas levanta es nuestro estado físico. Nosotros estábamos mal el domingo pasado, pero los eslovenos también. No se puede jugar a las seis de la tarde".

"Yo estoy convencido de que pasaremos ronda", proclamó también Ángel María Villar, presidente de la federación española. "Debo transmitir optimismo, ya sea por convencimiento, como es el caso, o por obligación". "Insisto en que estoy satisfecho con la entrega de los jugadores y del cuadro técnico y pienso que, salvo tres o cuatro, no ha habido en el torneo muchos partidos mejores que el que jugamos contra Eslovenia". Cañizares, en este sentido, puso a Francia como ejemplo del fútbol contemporáneo.