GOLFOpen de Estados Unidos

Woods ratifica las diferencias

El líder saca seis puntos de ventaja y reduce el interés del torneo a saber quién será segundo

Tiger Woods demostró ayer que era humano cuando su drive en el espectacular hoyo 18 acabó en las rocas del Pacífico pero tal fue su dominio que, al concluir la segunda vuelta del Open de EEUU, iba primero con una ventaja de seis golpes sobre Miguel Ángel Jiménez y el danés Tomas Bjorn, ambos dos bajo par. Todo indica que el interés, el suspense, durante las dos últimas vueltas residirá no en quién va a ganar sino en quién saldrá segundo.En esta contienda España tiene buenas posibilidades. José María Olazábal estaba cuarto, uno bajo par, y Sergio García en más cuatro, tras una segunda vuelta de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tiger Woods demostró ayer que era humano cuando su drive en el espectacular hoyo 18 acabó en las rocas del Pacífico pero tal fue su dominio que, al concluir la segunda vuelta del Open de EEUU, iba primero con una ventaja de seis golpes sobre Miguel Ángel Jiménez y el danés Tomas Bjorn, ambos dos bajo par. Todo indica que el interés, el suspense, durante las dos últimas vueltas residirá no en quién va a ganar sino en quién saldrá segundo.En esta contienda España tiene buenas posibilidades. José María Olazábal estaba cuarto, uno bajo par, y Sergio García en más cuatro, tras una segunda vuelta de 71 golpes. Jiménez, que inició la segunda vuelta a un golpe de Woods, se hundió ayer al sumar cuatro bogeys y cerró con un decepcionante 74. El malagueño resultó ser otra víctima más de Woods, cuya mera presencia en el campo parece intimidar a sus rivales. "Si sigue jugando al mismo nivel no le puedo alcanzar", se resignó Jiménez.

Los dos jugadores que acompañaron a Woods en sus primeros dos recorridos cayeron, de forma más dramática, ante el poderío, la fuerza mental, del Tigre. Jesper Parnevik y Jim Furyk son dos de los mejores jugadores del mundo. Furyk acabó más cuatro, 12 detrás de Woods, y Parnevik, estrella europea de la Ryder Cup, sumó más 11 y no pasó el corte.

Entre las otras grandes figuras que no jugarán las últimas dos vueltas están Davis Love, Bernhard Langer y Greg Norman. Beach se comió al australiano, "El Tiburón Blanco", que se fue a su casa ayer en su jet privado tras dos desastrosos recorridos en los que sumó 17 golpes por encima de par.

Pero Woods brilló. Jugó, y no por primera vez en su vida, a un nivel que los demás jugadores del mundo simplemente desconocen. Como comentó Jack Nicklaus, el mejor jugador de todos los tiempos, "parece que para Tiger hasta el viento se detiene". Hizo un golpe en el hoyo ochoque ningún otro jugador siquiera soñaría. Desde el rough lanzó la bola 200 metros con un hierro siete, cuando lo normal hubiera sido un hierro tres o una madera, al centro del green. Pero lo más extraordinario de todo fue su actuación con el putteador en la mano. Los demás jugadores se quejaban de que puttear en Pebble Beach era como puttear sobre cemento, vidrio. Pero para Woods, un jugador sin miedo, todo entraba, como si el hoyo fuese del tamaño de una bañera. Si tenía que salvar par con un putt de seis metros, lo hacía. Si tenía una opción de birdie, a ocho metros, caía como un misil dirigido. Cuando hizo un putt para birdie de diez metros en el hoyo 12 el comentarista de la televisión americana dijo, "esto no puede ser, esto es una broma". No es ninguna broma. Es el genio puro.

Clasificación (2ª vuelta)

1. Tiger Woods (EEUU), 134 golpes. 2. Thomas Bjorn (Dinamarca), 140. 3. Miguel Ángel Jiménez (España), 140. 4. José María Olazábal (España), 141. 34. Sergio García, 146.

Archivado En