Udovic, popular por Michel
Saso Udovic es el Urzaiz de Eslovenia. "Más o menos eso", admite con aire recogido. "Juego bien de espaldas a la portería, en el centro del ataque, y aguanto el balón hasta que se incorporan los dos delanteros, Zahovic y Rudonja, o los centrocampistas". Udovic, de trayectoria modesta hasta esta Eurocopa, ha vivido de tapado incluso en su país. Allí, los nombres ilustres de la selección son Zahovic y Pavlic. O así ha sido hasta que el ex jugador del Madrid, Michel, comentó en TVE que le había parecido reconocer en Udovic a un muy buen futbolista. Y el rumor ha llegado hasta Lubliana. Y vía Lubl...
Saso Udovic es el Urzaiz de Eslovenia. "Más o menos eso", admite con aire recogido. "Juego bien de espaldas a la portería, en el centro del ataque, y aguanto el balón hasta que se incorporan los dos delanteros, Zahovic y Rudonja, o los centrocampistas". Udovic, de trayectoria modesta hasta esta Eurocopa, ha vivido de tapado incluso en su país. Allí, los nombres ilustres de la selección son Zahovic y Pavlic. O así ha sido hasta que el ex jugador del Madrid, Michel, comentó en TVE que le había parecido reconocer en Udovic a un muy buen futbolista. Y el rumor ha llegado hasta Lubliana. Y vía Lubliana, al propio Udovic, que ayer, cuando se enteró de que la prensa española rondaba el hotel, pidió permiso para abandonar la concentración unos minutos bajo la mirada de desconcierto del guardia de seguridad, que intentó convencerlo de que no lo hiciera. Udovic quería mostrarse agradecido. "¡Y el gran Michel no es cualquiera!", se ufanó ayer el esloveno, "parece una persona inteligente. Algún periódico debió contar lo que dijo, porque no paran de llamarme".Udovic, que se proclama admirador de Butragueño, recuerda del primer partido que los yugoslavos le molieron a faltas: "Me hicieron nueve, tengo el tobillo izquierdo muy dolorido. Por mi forma de jugar, a veces la paso mal. Contra Yugoslavia fue muy duro. Y contra España no sé si estaré listo... pero jugaría con una pierna". Es el esloveno que más goles ha marcado en un partido internacional (cinco tantos a Islandia, en 1996), pero no destaca como goleador. "Yo hago jugar a los demás", se explaya. Lo suyo es la asociación y el juego en corto y no tiene demasiadas esperanzas de ganarle a España. "Soy realista", repite.