Un niño muere al caer de un mirador al que unos obreros quitaron la cristalera

La víctima, de cinco años, era el mayor de dos hermanos

Javier M. F., un niño de cinco años, falleció ayer, tras caerse desde un cuarto piso al patio interior de un bloque de viviendas en el distrito de Puente de Vallecas. La vivienda estaba siendo reformada, por lo que los albañiles habían quitado los cristales de un mirador. El menor se despistó y, tras salir corriendo, se precipitó al vacío, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. La víctima era el mayor de dos hermanos. Familiares y vecinos de la víctima no quisieron hacer declaraciones.

El accidente ocurrió ayer, alrededor de las once de la mañana, en el piso cuarto derech...

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Javier M. F., un niño de cinco años, falleció ayer, tras caerse desde un cuarto piso al patio interior de un bloque de viviendas en el distrito de Puente de Vallecas. La vivienda estaba siendo reformada, por lo que los albañiles habían quitado los cristales de un mirador. El menor se despistó y, tras salir corriendo, se precipitó al vacío, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. La víctima era el mayor de dos hermanos. Familiares y vecinos de la víctima no quisieron hacer declaraciones.

El accidente ocurrió ayer, alrededor de las once de la mañana, en el piso cuarto derecha del portal G del número 8 de la calle de la Cenicienta. Javier cayó justo delante de la puerta de acceso al bloque de viviendas, con la mala fortuna de que ninguna de las moradas tenía desplegado el toldo en ese momento. Esto habría frenado su caída o habría amortiguado el mortal golpe contra el suelo. En la casa se encontraban unos albañiles, que estaban reformando la vivienda. Según explicaron por la tarde los vecinos, los obreros se habían dado la vuelta para recoger una herramienta cuando el niño salió corriendo hacia la ventana y se precipitó al vacío.Según la Jefatura Superior de Policía de Madrid, estas obras motivaron que se retiraran los cristales del mirador desde el que se precipitó el menor. Éste salió corriendo por el salón y siguió su carrera, sin advertir que habían sido desmontados los cristales del mirador, y se precipitó al vacío.

Los familiares del niño avisaron al teléfono de emergencias 112. Este servicio movilizó al Cuerpo Nacional de Policía y a la Policía Municipal y al 061 del Insalud. Los médicos de una UVI móvil intentaron reanimar al pequeño, pero sólo pudieron certificar su muerte.

Crisis nerviosa

Los padres y los abuelos estuvieron más de media hora junto al cadáver, después de que el juez de guardia ordenara su levantamiento. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. Según señaló un portavoz del 061, los facultativos de la UVI móvil tuvieron que asistir además a la madre del niño, que sufrió una crisis nerviosa.

Los familiares, visiblemente afectados y nerviosos, no quisieron hacer declaraciones a los medios de comunicación. Algunos vecinos y allegados se enfrentaron a los reporteros gráficos, a los que acusaron de ser "buitres". Para evitar que pudieran tomar imágenes colocaron sábanas y mantas en las rejas y en la puerta de entrada al patio. Cuando los empleados de la funeraria se llevaron el cadáver, se pusieron con las mantas y las sábanas entre el furgón fúnebre y la entrada a las viviendas.

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Los vecinos de la finca comenzaron a limpiar todo el suelo de sangre. Necesitaron emplear un cepillo y una manguera de agua de presión.La familia de Javier M. F. llevaba seis años viviendo en la calle de la Cenicienta, al igual que el resto del vecindario. El padre trabaja en una empresa de construcción. El cadáver del niño será incinerado mañana en el crematorio de la Almudena.

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