Díez insta a Bono a que anuncie su candidatura a la secretaría general
La eurodiputada y aspirante a la secretaría general del PSOE, Rosa Díez, instó ayer al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, a anunciar ya si va a optar al mismo cargo en el 35º Congreso Federal del mes de julio, por considerar que se "privaría" a los militantes del "derecho" a escuchar a los candidatos para formarse una opinión.Bono hizo oídos sordos a la petición de su compañera amparándose en que quiere ser "dueño" de su tiempo. "Pero no voy a dar un paso atrás", subrayó.
Rosa Díez y José Bono coincidieron en Sevilla en actos muy distintos: la primera hizo campaña por primera ...
La eurodiputada y aspirante a la secretaría general del PSOE, Rosa Díez, instó ayer al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, a anunciar ya si va a optar al mismo cargo en el 35º Congreso Federal del mes de julio, por considerar que se "privaría" a los militantes del "derecho" a escuchar a los candidatos para formarse una opinión.Bono hizo oídos sordos a la petición de su compañera amparándose en que quiere ser "dueño" de su tiempo. "Pero no voy a dar un paso atrás", subrayó.
Rosa Díez y José Bono coincidieron en Sevilla en actos muy distintos: la primera hizo campaña por primera vez en Andalucía en un encuentro con militantes del pueblo de La Rinconada, mientras que el presidente de Castilla-La Mancha asistió a la presentación de un libro del periodista manchego Pedro Piqueras. La eurodiputada, que almorzó con dirigentes de las ejecutivas provincial y regional del PSOE en Andalucía, apremió a Bono a desvelar de una vez sus cartas, por cuanto considera que los militantes así lo demandan de los pretendientes a la secretaría general y que lo contrario genera "frustración". Aunque no citó al presidente castellano-manchego, la eurodiputada del PSOE le reprochó el que prefiera hablar con la cúpula socialista y no con las bases del partido. "No entiendo muy bien que alguien que quiera ser secretario general además de hablar con los dirigentes no hable también con los militantes, aunque no es una obligación", señaló la candidata a la secretaría general. Díez reconoció que los estatutos del PSOE no regulan la precampaña de los aspirantes a la secretaría general, "pero tampoco la prohíbe".
Bono, por su parte, eludió replicar a su compañera de partido, aunque negó que nadie se encuentre "frustrado ni neurotizado" por su decisión de no desvelar su candidatura y aconsejó a los socialistas en general que empleen el tiempo en "ganar" al PP de José María Aznar. "Me parece un puro disparate que montemos el trabajo precongresual para ganarnos unos a otros. No me seduce lo más mínimo", dijo el barón socialista.
Tanto Bono como Díez valoraron el gran peso que tendrá en el próximo congreso la federación socialista andaluza, que aportará casi el 29% (287) de los 997 delegados. La eudodiputada no dijo estar "ni a favor ni en contra" de que los delegados andaluces acudan a Madrid con una opinión común y, aunque resaltó que en Andalucía "los liderazgos se respetan mucho", recordó que el voto es individual y secreto en un partido "con una vena libertaria" importante.
El voto andaluz
Además de Rosa Díez, integrantes del grupo Iniciativa por el Cambio, encabezados por Manuel Escudero, intentan atraerse a sus postulados a los representantes andaluces que tienen previsto acudir a Madrid para el congreso. Por el momento, los principales dirigentes del PSOE de Andalucía no van a hacer públicas sus preferencias, siguiendo la petición que les formuló días atrás su secretario general y presidente de la gestora, Manuel Chaves.
El líder socialista andaluz pretende que en cada provincia se presente tan sólo una lista de delegados al congreso federal, si bien los conflictos locales, reabiertos recientemente a raíz de los nombramientos en el nuevo Gobierno autonómico, pueden impedir este objetivo del presidente de la gestora.
La idea que maneja el PSOE andaluz es que en los congresos de elección de delegados se consensúen unos "mínimos" en cuanto al proyecto programático y al futuro modelo de partido, asumiendo enmiendas sobre elecciones primarias o listas abiertas, y dejar para el propio cónclave federal la discusión sobre el candidato a la secretaría general.
Convencer desde abajo
"Yo soy la solución del PSOE". Con esta elocuente frase comenzaba Rosa Díez su campaña para llegar a la secretaría general de los socialistas. Era en una entrevista. En los primeros días se centró en los medios de comunicación. Luego, ha optado por una estrategia diferente a la de otros candidatos o grupos. Casi cada día, al menos cuando no hay pleno en Bruselas -es eurodiputada y encabeza allí a los socialistas españoles-, Díez elige una localidad para reunirse con los militantes y, tras una breve exposición introductoria, escuchar sus preguntas y responderles. La mayoría se centra en el modelo de partido. Algo lógico, teniendo en cuenta que, aunque estos encuentros son abiertos, casi todos los que acuden son al menos simpatizantes. Y el mensaje que Díez repite una y otra vez, explica Luis Atienza, ex ministro de Agricultura y su actual jefe de campaña, es sencillo: ella acabará con el poder de las familias y los barones socialistas para devolvérselo a las bases.
"La gente pide más capacidad de decisión, está harta de ver cómo cinco o seis personas se reúnen y salen de allí con todas las decisiones tomadas", comenta Atienza. Y eso es precisamente lo que promete Díez. Para cumplirlo, aunque en el congreso de julio no habrá primarias ni listas abiertas para elegir a los delegados, se compromete a desarrollar estas medidas si se la escoge como líder.
Díez lleva 15 días reuniendo a unas 400 o 600 personas en distintas provincias -hasta ahora ha estado en Teruel, La Rioja, Pontevedra, Murcia, Barcelona, Sevilla, el País Vasco, Sevilla, ayer, y Madrid, hoy- para debatir cara a cara, la situación en la que se siente más cómoda. Luego, viajará a Gijón, Valencia, Alicante, Castellón...
Su idea es llegar a todos los sitios posibles incluso apurando el día previo al congreso. Sabe que, en realidad, quienes decidirán serán los mil delegados que se elegirán entre el 2 y el 11 de junio. Pero, dentro de sus posibilidades, pretende presionar con un apoyo de las bases que dice incontestable. "Se está instalando la idea de que, si hubiera primarias, ganaría con clara ventaja", afirma Atienza, aunque ese mismo procedimiento impidió en 1998 que fuera candidata a lehendakari: perdió ante Nicolás Redondo Terreros.
El equipo de Díez no recibe ayuda de la dirección para estos viajes y la organización de los encuentros, ya que la gestora entiende que la campaña se debe hacer sólo entre los delegados. Además de los militantes, la candidata tampoco descuida a los medios -tiene ruedas de prensa y entrevistas casi diarias- ni a los cuadros locales, con los que acostumbra a comer antes del debate con los afiliados, que suele durar unas tres horas.
La diferencia de la campaña de Díez es, según Atienza, que los demás están siguiendo "una estrategia de mesa camilla", dirigida sólo "a los que creen que mandan", mientras que ella habla directamente con los militantes, no en un mitin, sino en largo cruce de preguntas y respuestas. Eso sólo se puede hacer porque Díez tiene "una facilidad de conexión con la gente" que es su mejor capital, añade Atienza.