Europeo sub 21

Luque salva a España de una tunda

La selección española empata a última hora en su debut ante una República Checa muy dura

ESPAÑA 1-REPÚBLICA CHECA 1La magnífica zurda de Luque salvó a última hora a España de la tunda a que le había sometido la República Checa. Marcó en el último minuto el jugador del Málaga, que arregló así un partido muy desagradable para los españoles. Un choque brusco y de escaso juego. Tunda de patadas, agarrones y golpes variados que alentó la actitud complaciente del árbitro norirlandés, que además anuló un gol clarísimo a José Mari. Todo esto no esconde, sin embargo, las limitaciones del combinado español, que se supone que mejorará mucho con la llegada de los finalistas de la Copa del Rey...

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ESPAÑA 1-REPÚBLICA CHECA 1La magnífica zurda de Luque salvó a última hora a España de la tunda a que le había sometido la República Checa. Marcó en el último minuto el jugador del Málaga, que arregló así un partido muy desagradable para los españoles. Un choque brusco y de escaso juego. Tunda de patadas, agarrones y golpes variados que alentó la actitud complaciente del árbitro norirlandés, que además anuló un gol clarísimo a José Mari. Todo esto no esconde, sin embargo, las limitaciones del combinado español, que se supone que mejorará mucho con la llegada de los finalistas de la Copa del Rey (Capdevila, Tamudo y Velamazán), así como con la recuperación de los valencianistas Angulo y Farinós, ausentes ayer en Trencín. Si quiere tener representación futbolística en los Juegos Olímpicos de Sydney, la respuesta de España deberá ser otra en los dos choques que le quedan en esta primera fase: ante Croacia y Holanda.La única ventaja es que España lo esperaba. Esperaba una República Checa metida atrás y dando estopa a la primera ocasión. A la selección de Sáez no le quedó más remedio que cargarse de paciencia y confiar en que le llegara su oportunidad. Lo malo es que cuando llegó, la abortó de mala manera el árbitro norirlandés, que no sólo permitió toda la dureza que creyeron oportuna utilizar los futbolistas checos, sino que además anuló un gol clarísimo a José Mari. El tanto era legal por doble motivo: porque el remate de José Mari venía precedido del envío de un jugador rival, y por si eso no fuera poco, porque el delantero del Milan estaba en línea con el defensa que lo marcaba. El árbitro asistente, sin embargo, levantó el banderín.

España: Aranzubia; Lacruz, Iván Amaya, Marchena, Pujol (Dorado, m

18); Ferrón (Iván Ania, m.67), Ismael (Albelda, m.67), Xavi, Luque; Gabri; y José Mari.República Checa: Chvalovsky; Petrous, Lengyel, Grygera; Dosek, Sionko (Jarosik, m.70), Uifalusi, Polak (Jarolím, m.40), Tyce; Jankulovski y Heinz (Dosek, m.85). Goles: 0-1. M. 55. Sionko regatea una y otra vez a Lacruz en el extremo derecho y su centro lo remata a gol Dosek. 1-1. M. 90. Luque penetra en el área por la izquierda y dispara cruzado a gol. Árbitro: Leslie Irvine, de Irlanda del Norte. Amonestó a Sionko, Marchena, Grygera, José Mari, Jarolim y Tyce. Unos 10.000 espectadores en el estadio municipal de Trencín, la mayoría de ellos seguidores de la República Checa.

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A José Mari le dieron palos por doquier los centrales checos mientras el árbitro irlandés miraba para otra parte. La primera parte resultó tan ruda que Jose Mourinho, el ojeador del Barça, se marchó un minuto antes de que acabara. En medio de tanta aspereza, los violinistas españoles (Xavi y Luque, especialmente) trataban de encontrar algún momento de inspiración. La zurda de Luque la tuvo en un par de ocasiones, con un par de centros deliciosos desde el extremo izquierdo.

El peor parado resultó Puyol, que recibió una entrada criminal a la altura de la ingle que lo mandó a la ducha al cuarto de hora con un estiramiento en el muslo derecho. Esas eran las credenciales de los checos, muy pobres en cuanto a fútbol se refiere. La banda derecha la tenía moribunda la selección española, con Ferrón y Lacruz muy desacertados. El equipo de Sáez pareció salir más decidido tras el descanso. Luque se marchó al extremo derecho y desde allí sirvió una batería de centros que no remataba nadie. Menos indulgente sería la República Checa, que a la primera ocasión marcó. El extremo Sionko puso en evidencia al lateral derecho Lacruz con una serie de regates endiablados. Su centro acabó en gol. España entró entonces en una fase de desesperación de la que no sabía cómo salir. Los checos se agigantaron y Sáez recurrió a sus únicas opciones dispones: Albelda e Iván Ania. La selección recobró el mando, pero el árbitro siguió a la suya: permitiendo que a José Mari le pegaran por todas partes. Finalmente, cuando ya nadie lo esperaba, Luque corroboró su buena actuación con un gol que pone a España otra vez con posibilidades para todo. Sobre todo con la llegada de los refuerzos.

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