GENTE

CRISTINA Y LOS AFILADORES

A la gaitera orensana Cristina Pato, de 19 años, le encanta buscar títulos nada anodinos para sus discos. Si el año pasado consiguió un inesperado éxito (anuncio de Freixenet incluido) con su debú discográfico, Tolemia, el término gallego para la locura, esta temporada intentará repetir suerte con un trabajo titulado Xilento. Y la palabrita se las trae: se trata de la expresión con la que los afiladores de su ciudad aludían durante el franquismo a quien se mostraba ambicioso y hambriento de conocer nuevas cosas, en una lengua denominada barallete que ellos mismos inventaron para comunicarse en...

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A la gaitera orensana Cristina Pato, de 19 años, le encanta buscar títulos nada anodinos para sus discos. Si el año pasado consiguió un inesperado éxito (anuncio de Freixenet incluido) con su debú discográfico, Tolemia, el término gallego para la locura, esta temporada intentará repetir suerte con un trabajo titulado Xilento. Y la palabrita se las trae: se trata de la expresión con la que los afiladores de su ciudad aludían durante el franquismo a quien se mostraba ambicioso y hambriento de conocer nuevas cosas, en una lengua denominada barallete que ellos mismos inventaron para comunicarse entre sí. Este Xilento, que verá la luz a finales de mes, se anuncia cargado de sorpresas: en él hay una colaboración de José Peixoto, guitarrista de Madredeus; una pieza escrita e interpretada por el guitarrista de blues latino Javier Vargas, una lectura muy atrevida del clásico gallego Eu chorei, chorei, y la constatación de que Cristina, amén de gaitera, es pianista y hasta cantante.-

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