Los atascos de tráfico en Semana Santa se trasladan a la costa

En el segundo día de la Operación Salida de Semana Santa se volvieron a bloquear las carreteras de las grandes ciudades. Las retenciones fueron especialmente importantes por la mañana en Madrid, sobre todo en las salidas hacia Valencia, Extremadura, Andalucía y A Coruña. El caos se trasladó por la tarde a las zonas de la costa más concurridas. Las más afectadas fueron las carreteras del mediterráneo valenciano y alicantino, aunque también se sufrieron retenciones en San Vicente de la Barquera (Cantabria). En Barcelona también se registaron atascos por la tarde, por ser el viernes el primer dí...

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En el segundo día de la Operación Salida de Semana Santa se volvieron a bloquear las carreteras de las grandes ciudades. Las retenciones fueron especialmente importantes por la mañana en Madrid, sobre todo en las salidas hacia Valencia, Extremadura, Andalucía y A Coruña. El caos se trasladó por la tarde a las zonas de la costa más concurridas. Las más afectadas fueron las carreteras del mediterráneo valenciano y alicantino, aunque también se sufrieron retenciones en San Vicente de la Barquera (Cantabria). En Barcelona también se registaron atascos por la tarde, por ser el viernes el primer día festivo.

Las carreteras de salida de Madrid se colapsaron durante toda la mañana del jueves y se mantuvieron en ese estado semicaótico hasta las tres de la tarde. Según la Dirección General de Tráfico (DGT) las salidas de la capital registraron, en total, 114 kilómetros de retenciones. La peor de todas era, como casi cada año y en cada periodo de vacaciones, la N-III, también llamada carretera de Valencia, donde se sufrieron hasta 10 kilómetros de cola. Por ella discurren los madrileños que quieren pasar unos días en las costas del mediterráneo valenciano o alicantino, que son mayoría, según reflejan los datos de la DGT. Ya se habían producido fuertes retenciones el día anterior, a última hora de la tarde. Muchos ciudadanos habían decidido abandonar Madrid nada más terminar su jornada de trabajo. Pero, por lo que se vio ayer, otros tantos prefirieron esperar, pensando tal vez que las retenciones serían menores. No fue así.

La situación tampoco era mucho mejor en otras ciudades. El tráfico se complicó, sobre todo por la tarde, en las salidas de Barcelona. Los conductores que habían abandonado Madrid y otras ciudades por la mañana provocaron también retenciones a su llegada a la costa, especialmente en Valencia, Alicante -donde llegaron a los siete kilómetros- y Tarragona, aunque también en Cantabria, donde había dos kilómetros de atasco en San Vicente de la Barquera. La circulación en las carreteras catalanas se complicó aún más por los cortes de vías que protagonizaron unos 2.000 payeses para protestar contra la situación de las ayudas al sector de los frutos secos. Las carreteras cortadas eran la C-240, la N-240, la N-340 en la provincia de Tarragona y la C-1313 en la de Lérida.

Nueve personas murieron en los siete accidentes mortales ocurridos en las carreteras españolas desde las 15.00 horas del miércoles, cuando comenzó la segunda fase de la operación de Semana Santa, hasta las 20.00 horas del jueves. En estos mismos siniestros, tres personas resultaron heridas leves, según la DGT, que prevé unos 17 millones de desplazamientos durante todas las vacaciones. La operación especial de Tráfico se dará por concluida el próximo lunes de Pascua a las 24.00.

En uno de estos siniestros, murieron tres personas al chocar una moto con un coche en Rianxo (A Coruña), en el kilómetro 14 de la C-550.

El dispositivo para garantizar la seguridad de la circulación cuenta con 8.300 agentes de la Guardia Civil de Tráfico que, por primera vez, tendrán el apoyo de las unidades rurales del Instituto Armado, para ofrecer servicio en las vías secundarias.

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Dieciséis helicópteros y 250 técnicos especializados en labores de vigilancia e información completan el operativo de la DGT, que preveían problemas circulatorios a lo largo del Viernes Santo, en la Comunidad Valenciana, Baleares, Cantabria y Cataluña, donde el jueves no fue festivo.

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