Etxebarria roza el triunfo en Lieja

El corredor vizcaíno, batido en el 'sprint' de la clásica más dura por Paolo Bettini

David Etxebarria es compañero de equipo y admirador de Laurent Jalabert. Un Jalabert en miniatura, dice él a veces, comparando sus escasos 1,58 metros de altura con el cuerpo del corredor francés. También tiene menos motor, dicen. Pero no menos rabia y ánimo ganador. Ayer, en la que muchos consideraban la última oportunidad de Jalabert, de 31 años, de ganar la Lieja-Bastoña-Lieja (la clásica más dura, la más deseada por el francés del ONCE ha sido dos veces segundo), fue sin embargo Etxebarria, de 26 años, vizcaíno de Abadiño, ganador de dos etapas en el pasado Tour, quien pudo haber ganado, q...

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David Etxebarria es compañero de equipo y admirador de Laurent Jalabert. Un Jalabert en miniatura, dice él a veces, comparando sus escasos 1,58 metros de altura con el cuerpo del corredor francés. También tiene menos motor, dicen. Pero no menos rabia y ánimo ganador. Ayer, en la que muchos consideraban la última oportunidad de Jalabert, de 31 años, de ganar la Lieja-Bastoña-Lieja (la clásica más dura, la más deseada por el francés del ONCE ha sido dos veces segundo), fue sin embargo Etxebarria, de 26 años, vizcaíno de Abadiño, ganador de dos etapas en el pasado Tour, quien pudo haber ganado, quien terminó segundo.Etxebarria se presentó en la línea de meta junto a dos buenos italianos, Davide Rebellin, rápido ma non troppo a sus 29 años, y Paolo Bettini, el pequeñito del mapei, corredor bullidor y oportunista. Lanzó la llegada Rebellin, que no confiaba apenas en sus posibilidades de remontar. Bettini, a rueda de Etxebarria, esperaba acontecimientos, y Etxebarria simplemente pudo superar a Rebellin y ver como, con facilidad, Bettini les pasaba a los dos.

La presencia de Etxebarria en el grupo selecto era en teoría un arma táctica del ONCE. Cuando Bettini, a 30 kilómetros de la llegada, nada más superar la Redoute (octava de las 10 cuestas que endurecen los 264 kilómetros por las Ardenas, la cuesta más dura, de 2,4 kilómetros al 8%), atacó con Rebellin y otro italiano, Vladimir Belli, Jalabert se quedó a la espera, previendo que otros fuertes de su grupo (como Casagrande, ganador el miércoles de la Flecha Valona) le llevaran hacia el cuarteto. Pero nadie reaccionó y los cuatro abrieron hueco. Belli se descolgó, pero los otros tres se presentaron ante la cuesta de San Nicolás, la última, con medio minuto de ventaja, que fueron suficientes.

Nunca un español había estado tan cerca de ganar la Lieja-Bastoña-Lieja, que es la decana, el monumento ciclista más antiguo, una clásica belga corrida por primera vez en 1892.

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