Dirigentes de CC OO critican a Gutiérrez por su "centralismo" en las relaciones laborales

El último informe de gestión de Antonio Gutiérrez como secretario general de Comisiones Obreras (CC OO) ha provocado malestar en un amplio espectro de dirigentes de la mayoría del sindicato y en la corriente crítica. En el debate de ayer se argumentó que el discurso del miércoles del secretario saliente no analiza los errores internos, tiene un marcado carácter político y defiende un modelo centralista de las relaciones laborales. Junto a ello, el VII Congreso de CC OO centró ayer sus discusiones en dar respuestas al reto de llegar a las pequeñas empresas.

Las discrepancias con el discu...

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El último informe de gestión de Antonio Gutiérrez como secretario general de Comisiones Obreras (CC OO) ha provocado malestar en un amplio espectro de dirigentes de la mayoría del sindicato y en la corriente crítica. En el debate de ayer se argumentó que el discurso del miércoles del secretario saliente no analiza los errores internos, tiene un marcado carácter político y defiende un modelo centralista de las relaciones laborales. Junto a ello, el VII Congreso de CC OO centró ayer sus discusiones en dar respuestas al reto de llegar a las pequeñas empresas.

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Las discrepancias con el discurso de Antonio Gutiérrez no se redujeron al sector crítico del sindicato. También hubo malestar dentro de la corriente oficial, aunque dentro de ella las diferencias eran mucho más matizadas. Entre los partidarios de la actual ejecutiva, el reproche más claro provino de Joan Coscubiela, líder del sindicato en Cataluña. Coscubiela reconoció que las palabras del secretario general saliente habían sido "irrespetuosas" con su sensibilidad y señaló que el cierre del mandato de Gutiérrez no era el mejor momento para plantear esta cuestión. "Compartimos la estrategia de descentralización. Los convenios autonómicos deben ser expresión del convenio colectivo. No podemos tirar por la borda la autonomía y la independencia sectoriales", indicó el representante de Cataluña, una de las regiones con mejor bienestar económico.Desde otra en peor nivel aunque con una postura similar, Julio Ruiz, líder del sindicato en Andalucía. A pesar de calificar de "valiente" el informe de Gutiérrez, el dirigente andaluz considera que la desvertebración del mercado laboral no deriva de los diferentes convenios regionales del país, sino de aspectos como los niveles de empleo y renta familiar. "Al informe le falta una referencia a los Presupuestos Generales del Estado como modelo de corrección de desigualdades sociales" dijo. Unos argumentos parecidos expresaron los dirigentes de Administraciones Públicas, Banca, Transporte y País Valenciano.

Preocupaciones

La capacidad de incorporar nuevos trabajadores al sindicato sigue siendo una de las principales preocupaciones. El líder de Madrid, Rodolfo Benito, defendió este objetivo como el prioritario de la estrategia futura. Aunque CC OO es el primer sindicato del país y su afiliación ha aumentado un 8,5% en los últimos cuatro años, ninguno quiere sentirse satisfecho. "Debemos romper la barrera que todavía existe entre trabajadores y sindicatos", admitió el responsable de la federación minero-metalúrgica, Ignacio Fernández Toxo.

[También el ex secretario general de la UGT, Nicolás Redondo, cree que el discurso que pronunció el líder de CCOO, Antonio Gutiérrez, durante la apertura del congreso enfatizó "excesivamente" la política económica y social del Gobierno del PP y "puso muchos reparos" a la oposición de la izquierda. Redondo hizo estas declaraciones antes de participar en una mesa redonda en la Universidad Carlos III].

El propósito de este Congreso es resolver el problema que tienen para conectar con los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas, que representan el 90% de las sociedades del país. Para que este propósito no se quede en el discurso, quieren dotarse de un instrumento que les permita llegar a ese colectivo. Se trata de convertir los actuales equipos de extensión, que ahora se usan para promover elecciones sindicales en esos centros, en auténticos equipos con los que sostener la acción sindical cotidiana. En palabras de Fernando Puig, de esa forma el sindicato podrá intervenir en los cambios que se están produciendo en las empresas, en las relaciones laborales y en la organización del trabajo que está provocando la nueva economía. Rebajar el índice de temporalidad en el mercado de trabajo, reducir la jornada laboral y luchar contra la siniestralidad fueron otros de los llamamientos más aplaudidos por los delegados.

El objetivo final de todas las propuestas del congreso es, según el responsable de acción sindical, Fernando Puig, garantizar que el sindicato sea "un órgano de acción y no sólo de reacción".

Las intervenciones más ácidas vinieron de parte de los críticos. Esta corriente representa en torno al 29% de la organización, aunque todavía no se ha producido ninguna votación para ver lo que han reducido su peso desde el 32% que consiguieron en el anterior Congreso. Su líder, Agustín Moreno, cree que el sindicato necesita un giro a la izquierda que permita adoptar una línea más dura frente al PP.

En cuanto a la estructura interna del sindicato, Moreno aboga por firmar la paz. Especialmente beligerante fue el dirigente sevillano Antonio Torrijos, suspendido de militancia por el sindicato y recientemente rehabilitado como afiliado por el Tribunal Superior de Andalucía. Torrijos acusó a Gutiérrez de "releer el Estado con una visión neojacobinista" y de postularse como salvador de la izquierda: "Sólo ha faltado una carta de demanda que diga: chico listo se ofrece".

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