Primera victoria fuera de la Real

El Numancia esperaba alcanzar la tranquilidad frente al equipo ante el que hace cinco años comenzó a obtener la gloria. Porque fue ante la Real cuando un equipo que deambulaba por su terreno natural -la Segunda B- inició, con la Copa del Rey, los que han sido los años de gloria numantinos. Se confiaba además en que ni la Real había ganado fuera de Anoeta, ni el Numancia había perdido más que un partido en Los Pajaritos.En el primer tiempo los dos equipos dieron por bueno el empate. Tan por bueno que no tiraron ni una sola vez a portería. El fútbol devenía más en aritmética y calculadora que en...

El Numancia esperaba alcanzar la tranquilidad frente al equipo ante el que hace cinco años comenzó a obtener la gloria. Porque fue ante la Real cuando un equipo que deambulaba por su terreno natural -la Segunda B- inició, con la Copa del Rey, los que han sido los años de gloria numantinos. Se confiaba además en que ni la Real había ganado fuera de Anoeta, ni el Numancia había perdido más que un partido en Los Pajaritos.En el primer tiempo los dos equipos dieron por bueno el empate. Tan por bueno que no tiraron ni una sola vez a portería. El fútbol devenía más en aritmética y calculadora que en geometría, entendiendo por tal triangulaciones, diagonales y rombos. A lo más globos y despejes en largo aptos para las cabezas de los defensas. Una película varias veces vista en Los Pajaritos (centro de Iñaki y cabezazo de Delgado) ponía al Numancia en la tranquilidad de los 42 puntos. Mas el gol sirvió de acicate a los realistas, que con dos tantos del recién salido Idiákez obtuvieron, por vez primera pero en el momento oportuno, la victoria lejos de Anoeta.

Algunos dirán que Clemente ganó a su antiguo alumno Andoni Goikoetxea, mas ciertamente la Real obtuvo tres puntos que bien pudieron ser uno para cada equipo.