Feria del coche robado en Kosovo
A pocos minutos del centro de Pristina se encuentra una campa donde todas las semanas se celebra el que, en estos momentos, tal vez sea el mayor mercado a cielo abierto de coches robados o en situación "irregular" de Europa.Decenas de vehículos de todas las marcas y modelos se alinean en varias filas sobre el barro, mientras cientos de personas deambulan entre ellos. La mayoría carecen de matrícula, pero no resulta extraño encontrar placas de diferentes países europeos, en especial de Alemania, pero también de España. "En nuestro país operan varias bandas de búlgaros, cuyos miembros pertenecía...
A pocos minutos del centro de Pristina se encuentra una campa donde todas las semanas se celebra el que, en estos momentos, tal vez sea el mayor mercado a cielo abierto de coches robados o en situación "irregular" de Europa.Decenas de vehículos de todas las marcas y modelos se alinean en varias filas sobre el barro, mientras cientos de personas deambulan entre ellos. La mayoría carecen de matrícula, pero no resulta extraño encontrar placas de diferentes países europeos, en especial de Alemania, pero también de España. "En nuestro país operan varias bandas de búlgaros, cuyos miembros pertenecían en su mayoría a los ejércitos de países del Este, y que abastecen de vehículos a los países de esta zona", señala Samuel, inspector jefe de tráfico ilícito de vehículos de la Policía Nacional.
A pocos metros del mercadillo, efectivos de la policía internacional de Kosovo -en la que se encuentran enrolados miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional- hacen acto de presencia, más que nada para evitar altercados. Cuando un coche parece demasiado nuevo o el conductor demasiado joven, exigen la documentación. Las respuestas son siempre iguales. Todos tienen 18 años, aunque casi no lleguen a los pedales. Si las explicaciones del conductor no convencen a los agentes, éstos proceden a retirar las llaves del vehículo que queda bajo custodia de las autoridades internacionales.
Entre las hileras destacan algunos vehículos de gran cilindrada y en buen estado: Audis, BMW y Mercedes, a veces cubiertos por el barro, pero en ocasiones brillantes. La excusa más empleada para la falta de documentación y matrículas es la destrucción realizada por los serbios hace ahora un año de cualquier papel que ligara a los albanokosovares a su tierra.
¿Cómo han llegado hasta aquí estos coches? "Es relativamente fácil", explica Samuel. "Un coche robado en España (sobretodo coches buenos, aunque últimamente también hay furgonetas y camiones frigoríficos) es rápidamente maquillado, es decir, se le cambian las placas de matrícula (preferentemente por otras francesas o búlgaras) y otros elementos identificativos del vehículo. Entonces puede ser llevado con tranquilidad hasta Alemania, Austria o Italia. Allí pasan al Este con una documentación debidamente falsificada y aprovechando momentos de especial congestión, como por ejemplo los momentos finales del embarque en un ferry, donde los controles no son tan intensos".
Junto al mercado de coches sospechosos prolifera el de piezas de desgüace, y es aquí donde recaen las sospechas de los numerosos robos que las organizaciones de ayuda internacional están sufriendo no sólo en Kosovo, sino también en la vecina Macedonia. "Están robando coches 4x4", confirma en Macedonia Ana María Méndez, del Movimiento por la Paz el Desarme y la Liberación. "Los usan para desgüace o los llevan a Albania", señala un miembro de Acción contra el Hambre, una ONG que ha sufrido el robo de un Montero.
La administración de Naciones Unidas para Kosovo quiere poner fin a esta situación y trata de introducir una matrícula para Kosovo, de esta manera podría tener un registro de vehículos, pero el caos administrativo y las urgencias en otros campos como vivienda, energía o alimentos son tales que la cuestión queda relegada a un segundo plano.