Rally Catalunya

Sainz opta hoy a la victoria

El piloto español sigue tercero, a nueve segundos de McRae y a cinco de Burns

Con la llegada del buen tiempo, el Rally Catalunya dibujó un nuevo panorama. El paso por tierras de Tarragona supuso un avance importante para el equipo Ford. Sus dos pilotos oficiales, Carlos Sainz y Colin McRae, atinaron a sacar un rendimiento de sus vehículos desconocido hasta ahora. Con el piso seco, el sol brillando, las carreteras abarrotadas de público y el acierto en la elección de los neumáticos, McRae restó la mínima diferencia que le separaba del británico Richard Burns (Subaru) y se encaramó al liderato tras la segunda etapa. Carlos Sainz se negó a asumir el papel de segundón con e...

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Con la llegada del buen tiempo, el Rally Catalunya dibujó un nuevo panorama. El paso por tierras de Tarragona supuso un avance importante para el equipo Ford. Sus dos pilotos oficiales, Carlos Sainz y Colin McRae, atinaron a sacar un rendimiento de sus vehículos desconocido hasta ahora. Con el piso seco, el sol brillando, las carreteras abarrotadas de público y el acierto en la elección de los neumáticos, McRae restó la mínima diferencia que le separaba del británico Richard Burns (Subaru) y se encaramó al liderato tras la segunda etapa. Carlos Sainz se negó a asumir el papel de segundón con el que ha lidiado en los últimos años, redujo distancias, y concluyó en tercera posición, a 9,3 segundos de su compañero de equipo y a sólo cinco segundos de Burns. Los tres pilotos mantienen todas sus opciones en la decisiva etapa de hoy, que discurrirá en los tramos más clásicos de Girona.Aunque nada está decidido, el rally español va estrechando el cerco. Ayer, los problemas mecánicos de François Delecour (finalizó uno de los tramos en tercera velocidad) y de Marcus Gronholm dejaron al equipo Peugeot prácticamente fuera de la lucha por la victoria en esta quinta prueba del Mundo. Sólo el tetracampeón mundial Tommi Makinen (Mitsubishi) parece en condiciones de pelear con el trío de cabeza, pues aguanta muy bien el tipo, en la cuarta posición, aunque a 35,4 segundos de McRae.

El escocés asumió el liderato de la carrera ya en la primera especial del día, en Gratallops, donde le sacó 18,7 segundos al ex líder de la prueba y líder del Mundial, Richard Burns. El piloto de Subaru justificó la pérdida del primer puesto amparándose en un mal funcionamiento de los frenos y del cambio de marchas. "Esas circunstancias me han hecho perder mucho tiempo", sentenció. McRae perdió tiempo en la segunda especial, que ganó Makinen, pero lo recuperó en la tercera (segundo paso por Gratallops), que volvió a ganar.

Sainz mantuvo una regularidad notable durante toda la segunda etapa, y fue a más en los últimos tramos. El español demostró su pundonor cuando acabó segundo en el tercer tramo del día, a sólo una décima de McRae (Ford copó los dos primeros puestos). "Todo va perfectamente. No entiendo dónde puede haberme sacado esta décima", ironizó el madrileño, de 37 años. Sainz acabó pletórico la jornada ganando las dos últimas especiales, acercándose a la cabeza del rally y colocando una distancia importante respecto a Makinen, su inmediato perseguidor.

La igualdad, sin embargo, es tan importante que en la penúltima prueba especial de la segunda etapa, la primera ganada por Sainz, sólo cinco segundos separaron al primero del sexto clasificados. Está claro que todos los equipos han ajustado sus coches para afrontar la decisiva etapa de hoy, que se disputará en dos tramos repetidos: Sant Julià-Arbúcies y Coll de Bracons. El tiempo, sin embargo, puede ofrecer una nueva imagen de la carrera (se prevén cambios meteorológicos con lluvias al final de la mañana); pero nada de eso parece afectar a Sainz: "Estoy bien, con ganas de afrontar la última jornada y pensando en ganar". Juha Kankkunen (Subaru), mientras, abandonó. La masiva asistencia de público estuvo a punto de obligar a suspender el tramo de La Riba. "Los coches estaban aparcados demasiado cerca de la carretera, y eso me creó problemas", advirtió Makinen, y Sainz secundó la crítica. Hoy, la afluencia de aficionados puede multiplicarse.

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