La CNMV se queja de las "pocas armas" que tiene para probar las conductas ilícitas

"Es muy difícil probar el uso de información privilegiada". Así, con un mensaje muy parecido al que dio cuando llegó al cargo hace casi cuatro años, Juan Fernández-Armesto, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se refirió a las dificultades para vigilar el mercado. Según Armesto, España cuenta con "muy pocas armas jurídicas para probar las conductas ilícitas y para perseguirlas". Asimismo advirtió sobre "el arrebato de los mercados con las nuevas tecnologías".

"En nuestro país, el supervisor se encuentra con pocas armas jurídicas para probar las conductas ilíc...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Es muy difícil probar el uso de información privilegiada". Así, con un mensaje muy parecido al que dio cuando llegó al cargo hace casi cuatro años, Juan Fernández-Armesto, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se refirió a las dificultades para vigilar el mercado. Según Armesto, España cuenta con "muy pocas armas jurídicas para probar las conductas ilícitas y para perseguirlas". Asimismo advirtió sobre "el arrebato de los mercados con las nuevas tecnologías".

"En nuestro país, el supervisor se encuentra con pocas armas jurídicas para probar las conductas ilícitas y perseguirlas eficazmente, mientras que el presunto infractor disfruta de multitud de barreras defensivas", se quejó el máximo responsable de la supervisión de los mercados bursátiles sobre el uso de la información privilegiada. Además, significó que en la mayoría de los casos la sanción no resarce a los inversores.Por ese motivo, según explicó, la Unidad de Vigilancia del Mercado centra su labor en tareas preventivas. De ahí que Fernández-Armesto considere que sólo las "medidas preventivas y de concienciación del emisor harán que el mercado no pierda credibilidad y puedan ser útiles". Recordó el presidente de la CNMV que en Europa, en los últimos años no se ha dado una sanción a un inversor institucional y que luego se sanciona a los inversores "incautos o ingenuos que utilizan esta información".

Si los emisores no colaboran, las autoridades de supervisión apenas pueden avanzar. En este sentido, pidió colaboración a los 130 emisores del mercado español, "porque ellos serán los mayores beneficiados de que el mercado sea limpio". En todo caso, Fernández-Armesto anunció que, dentro de la labor preventiva, se enviará en los próximos días un nuevo modelo de información al mercado como un paso más del Código de Buen Gobierno para que sean las empresas las que defiendan estas prácticas en los mercados.

Multas

La Unidad de Vigilancia del Mercado investigó el pasado año 40 casos, 12 menos que en el año anterior. Asimismo, la unidad envió 19 amonestaciones y casi todas ellas para que la empresa emisora refuerce los mecanismos internos para salvaguardar la información confidencial.

La Comisión impuso 42 multas, por un importe de 21.505 millones de pesetas, lo que supuso quince veces más que un año antes. Sin embargo, el dato viene determinado por la sanción impuesta al chiringuito financiero Transworld Financial Services, por valor de 19.686 millones de pesetas, por operar en el mercado de valores sin estar autorizado y encima ser reincindente. Atendió un total de 32.673 consultas de los inversores, de las cuales 961 fueron reclamaciones.

Fernández-Armesto reconoció que las empresas que sean admitidas a cotizar en el Nuevo Mercado deben entender esta elección como un premio. El responsable de la CNMV considera que el hecho de cotizar en el Nuevo Mercado supondrá una importante fuente de financiación. Por esta razón, animó a los valores tecnológicos a que entren en ese mercado. No obstante, alertó a los inversores sobre la volatilidad del mismo, mucho mayor que la de los mercados tradicionales. También advirtió sobre la dificultades que pueden surgir cuando alguna de estas empresas no cumplan sus objetivos de beneficios.

Asimismo, se mostró contrario a las medidas de blindaje que han aprobado algunas empresas y recordó que el propio mercado suele eliminarlas.