El inesperado debú de Aganzo

Cuando Nuria se enteró, poco después de la siesta, lanzó una vista panorámica a la habitación. Las paredes del cuarto, cubiertas con fotos de su hermano, no ofrecían demasiado espacio libre, pero la ocasión merecía abrir un hueco de privilegio. Allí colgará la foto del debú internacional de David Aganzo (19 años) con la camiseta del Real Madrid. El dormitorio de Nuria, siete años más pequeña que David, da fe de los siete años que lleva en la casa blanca la gran sorpresa que Vicente del Bosque se reservó para el frío de Trondheim, también claro de la medalla de oro en el Mundial sub 20 de Niger...

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Cuando Nuria se enteró, poco después de la siesta, lanzó una vista panorámica a la habitación. Las paredes del cuarto, cubiertas con fotos de su hermano, no ofrecían demasiado espacio libre, pero la ocasión merecía abrir un hueco de privilegio. Allí colgará la foto del debú internacional de David Aganzo (19 años) con la camiseta del Real Madrid. El dormitorio de Nuria, siete años más pequeña que David, da fe de los siete años que lleva en la casa blanca la gran sorpresa que Vicente del Bosque se reservó para el frío de Trondheim, también claro de la medalla de oro en el Mundial sub 20 de Nigeria que conquistó, entre otros, junto a Iker Casillas. En el fondo, el cuarto de Nuria tiene guardada en sus cuatro paredes la historia deportiva de David Aganzo, ese chico que los descubridores han bautizado como el nuevo Santillana.Bajito (apenas 175 centímetros de altura) para el puesto de delantero centro, pero con un salto poderoso. En Mestalla, cuando Del Bosque, su valedor, le hizo debutar en la Liga con el Madrid ya se lo demostró a Pellegrino, al que pese a la diferencia de estatura le robó por arriba varios balones.

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Aganzo, un batallador del área, un tipo que se deja la vida en todos los partidos -no sólo en citas especiales como las de ayer en las que si algo no falta es la motivación-, en todos los balones divididos, estuvo a punto de dejar la cantera del Madrid -pertenece oficialmente al conjunto de división de honor- precisamente por la falta de altura. "Demasiado bajito para ser delantero", sentenciaron algunos.

Pero Del Bosque pidió tiempo para el chaval. El actual técnico del Madrid siempre le tuvo fe. Primero como coordinador del fútbol base. Y ahora como entrenador del primer equipo. Ya se acordó de él en la Liga. Y también ahora en Europa, cuando la lesión de Morientes dejó sin acompañante a Raúl. Al final Aganzo estaba radiante: "La enana ya tiene otra foto mía".