NEGRITAS

Sin agua

Juan Ureña quiere molestar y llamar la atención. En Jaén se ha presentado esta semana ante las instalaciones de la empresa privada que se ocupa de la gestión del agua para pagar, con 40 kilos de monedas, una deuda de poco más de 60.000 pesetas por la que sus tres hijas han tenido que estar más de un mes sin suministro. Ureña confiesa que pasó una mala racha y que no pudo hacer frente a las letras. La respuesta de la empresa privada ha sido contundente: no hay dinero, no hay agua.Dejar los servicios básicos en manos distintas a las públicas tiene estas cosas. No hay excepciones, no hay personas...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Juan Ureña quiere molestar y llamar la atención. En Jaén se ha presentado esta semana ante las instalaciones de la empresa privada que se ocupa de la gestión del agua para pagar, con 40 kilos de monedas, una deuda de poco más de 60.000 pesetas por la que sus tres hijas han tenido que estar más de un mes sin suministro. Ureña confiesa que pasó una mala racha y que no pudo hacer frente a las letras. La respuesta de la empresa privada ha sido contundente: no hay dinero, no hay agua.Dejar los servicios básicos en manos distintas a las públicas tiene estas cosas. No hay excepciones, no hay personas, no hay más que números, y tienen que salir. Que tres niñas y su madre estén sin agua corriente no es algo que incumba a Seragua, la empresa a la que se concedió el servicio no sin polémica municipal. Juan Ureña, un hombre separado, asume el coste de los gastos de la que fue su casa, pero lo hace cuando puede. Ahora, cuando ha vuelto al trabajo, ha saldado su deuda, pero molestando.

Lo único que se le ocurrió a Juan para intentar trasladar a la empresa una mínima parte de las incomodidades que han sufrido sus hijas ha sido pagar los recibos con monedas. Durante tres días recorrió todos los bancos de la capital para acumular 62.000 pesetas en monedas de duro, de cinco duros y pocas de 50 pesetas. Que las cuenten, pensó.

Fue un día a la ventanilla, pero llegó tarde y ya cerraban. Bueno, siguió elucubrando Juan, volveré otro día. Mientras, llenó de agua unas garrafas de plástico, introdujo las monedas, las congeló, y regresó con una carga de más de 40 kilos hasta las ventanillas de Seragua. Juan se marchó y les dejó la deuda saldada entre hielo. Una pequeña venganza que ha creado sentimientos solidarios y simpatías. El revuelo que armó Juan con sus garrafas se siguió de cerca en Jaén y todo han sido apoyos. Cuántos se habrán quedado con la gana de hacer lo mismo.

El jefe de servicio de Consumo de la delegación de Industria, Mario Soria, ha puesto de manifiesto que el servicio de gestión de agua es el principal motivo por el que reclaman los consumidores de la provincia. El año pasado supusieron el 18%. Cuando el servicio se privatizó en la capital, la mayoría de las reclamaciones procedían de esta ciudad, pero ahora se han generalizado cuando los ayuntamientos optan mayoritariamente por este sistema.

Archivado En