Pujol reprocha al Partido Popular que cuando él defendía la Constitución, Aznar se oponía
Convergència i Unió (CiU) no ha digerido que desde el Partido Popular (PP) la acusaran de victimista y de instalarse en la reivindicación permanente. Y aplicando la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, Jordi Pujol le echó en cara ayer a José María Aznar que tiene mucha más autoridad moral que él para hablar de democracia y solidaridad. "Mientras nosotros defendíamos la Constitución, Aznar escribía artículos en contra o mostrando sus reticencias", dijo. No obstante, el presidente rehuyó el discurso crispado y dejó para Josep Antoni Duran Lleida y Xavier Trias el papel de malos.
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Convergència i Unió (CiU) no ha digerido que desde el Partido Popular (PP) la acusaran de victimista y de instalarse en la reivindicación permanente. Y aplicando la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, Jordi Pujol le echó en cara ayer a José María Aznar que tiene mucha más autoridad moral que él para hablar de democracia y solidaridad. "Mientras nosotros defendíamos la Constitución, Aznar escribía artículos en contra o mostrando sus reticencias", dijo. No obstante, el presidente rehuyó el discurso crispado y dejó para Josep Antoni Duran Lleida y Xavier Trias el papel de malos.
Todos los dirigentes de la coalición hicieron ayer un frente común para rebatir las duras acusaciones que el presidente del Gobierno, José María Aznar, les lanzó el pasado miércoles en su mitin de Barcelona, en el Palau Nacional. Por eso, por la noche en Lleida, redoblaron el ataque. Pujol estuvo muy duro en el fondo, pero tranquilo y pausado en la forma, como si las palabras del Partido Popular no le pillaran por sorpresa. "Ya me sé la lección", afirmó. A pesar de ello, señaló que debía rechazar este "ataque, que supone una tremenda ligereza por parte de un jefe de Gobierno", subrayó.El presidente catalán optó por no responder directamente a las críticas, y lo hizo en forma de lección de historia: contrapuso su pasado político de lucha y defensa democrática y a favor de las libertades de Cataluña al de José María Aznar. "Hace 25 años que estoy al pie del cañón de la política democrática, y mucho más tiempo al servicio de la democracia; por eso ya me sé la lección y tengo mucha más autoridad moral que él. Aunque sólo sea por los años y por los momentos difíciles que hemos pasado, yo personalmente y Convergència i Unió", le recordó.
Lecciones de modales
Así se autorretrató Pujol. El currículo de Aznar se encargaron de recordarlo Pujol, Duran Lleida y Trias. "Mientras nosotros defendíamos la Constitución, Aznar escribía artículos en contra o mostrando sus reticencias", señalaron los tres dirigentes en su discurso.
El presidente tuvo incluso palabras para Josep Piqué: "Con mucha menos experiencia política y a veces opuesta", en referencia a su antigua militancia en el PSUC. "No podemos aceptar que nos vengan a dar lecciones de modales", espetó.
"¿Todavía nos tenemos que comprometer más en la estabilidad española?", se preguntó Jordi Pujol, y a continuación enumeró una por una las etapas en las que Convergència i Unió ha apoyado en el Congreso al partido en el Gobierno. Por citar, incluyó la votación a favor de la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo después del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Pujol no se alteró. Prefirió un mitin didáctico, jalonado de bromas e ironía y destacando los aspectos positivos de la práctica política de la coalición que dirige. Quizá porque el 13 de marzo se vea de nuevo negociando con el Partido Popular, el presidente repitió varias veces que CiU "constantemente hace ejercicios de desmemoria". De esta forma, se mostró a favor de evitar la reivindicación permanente en Madrid siempre y cuando, dijo: "Ya no seamos objeto de una rebaja de competencias y de nuestra capacidad financiera". Defendió también la reducción del déficit fiscal por "derecho" y por "solidaridad" del resto del Estado hacia Cataluña. "Que nos hablen de solidaridad a nosotros a veces resulta indignante", manifestó Pujol.
El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, y Xavier Trias, cabeza de cartel de CiU por Barcelona, fueron los que se mostraron más duros contra el Partido Popular y el presidente del Gobierno. Duran calificó las palabras de Aznar de "inaceptables e intolerantes" y le recordó que mientras él -el líder de Unió- trabajaba a favor de las libertades democráticas, "ellos trataban a patadas las cuestiones de Estado".
Los dirigentes de CiU volvieron a agitar ayer el fantasma de la posible mayoría absoluta del PP y lo pernicioso y nefasto que, a su juicio, significaría para los intereses de Cataluña. Sin embargo, Duran comparó el voto del Partido Popular con el del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por su actitud en contra de Cataluña e incluso acusó directamente al cabeza de lista del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) por Barcelona, Narcís Serra, de la autoría de unos anónimos que circulan por Barcelona con la frase: "Ahora, votar a CiU es votar al PP".
Trias, pasadas ya la once de la noche, emuló una famosa frase de Jordi Pujol en la que el líder de CiU aseguraba que la coalición haría pasar al PP el aro. Ayer, el cabeza de lista de Convergència i Unió dijo que los nacionalistas estaban preparados para "poner el corsé" a los conservadores.