Un equipo con mucho rango

El Bayern Múnich vive un centenario angustioso. Aún no ha cicatrizado la herida de la última final de la Liga de Campeones, en la que se sintió merecidamente campeón durante 88 minutos. Para rehabilitarse, Franz Beckenbauer, Karl-Heinz Rumenigge y Uli Hoeness, tres históricos que dirigen al club bávaro desde los despachos, han mantenido el mismo bloque. Sólo una incorporación lujosa: Paulo Sergio, un veloz extremo brasileño procedente del Roma.El Bayern es un equipo muy complicado. Por rango y fortaleza física. En definitiva por alemán, con todo lo que ello supone en el mundo del fútbol. Su té...

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El Bayern Múnich vive un centenario angustioso. Aún no ha cicatrizado la herida de la última final de la Liga de Campeones, en la que se sintió merecidamente campeón durante 88 minutos. Para rehabilitarse, Franz Beckenbauer, Karl-Heinz Rumenigge y Uli Hoeness, tres históricos que dirigen al club bávaro desde los despachos, han mantenido el mismo bloque. Sólo una incorporación lujosa: Paulo Sergio, un veloz extremo brasileño procedente del Roma.El Bayern es un equipo muy complicado. Por rango y fortaleza física. En definitiva por alemán, con todo lo que ello supone en el mundo del fútbol. Su técnico, Ottmar Hitzfeld, ganador de una Copa de Europa con el Borussia Dortmund en 1997 (3-1 al Juventus), ha nucleado el equipo en torno a tres veteranos: el portero Oliver Kahn (30 años); el líbero Lothar Mattaheus (38); y el organizador Stefan Effenberg (31).

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Kahn, portero de gran envergadura, se distingue por su enorme poderío físico. Matthaeus -que acaba de fijar el récord planetario de internacionalidades en 144 partidos-, juega metido en la cueva, donde aprovecha su experiencia para sacar la escoba. Arropado por dos centrales de acero -Samuel Kuffour y Thomas Linke- y dos laterales largos -Markus Babbel y el ex jugador del Athletic Bixente Lizarazu-, Mattaheus inicia todas las transiciones. La mayoría de las ocasiones con un pase largo. De vez en cuando se reserva alguna incorporación al ataque por sorpresa. Entonces, Thorsten Fink -relevo del sancionado Jans Jeremies y el lesionado Thomas Strunz-, le hace la cobertura.

Otra alternativa para la elaboración es Effenberg, que por zancada y pegada hizo pensar en sus inicios que heredaría el trono de Schuster. Pero su brusca personalidad ha cortocircuitado su carrera.

En ataque el Bayern se reserva dos opciones antagónicas. Con Mehmet Scholl -el más imaginativo- en la media punta, puede recurrir a una ofensiva liviana y veloz -Giovanne Elber y Paulo Sergio- o bien explotar la vía alemana: pelotazos al área para Carsten Jancker, un gigantesco nueve que choca con todo y remata cuanto le llueve. Por suerte para Casillas, Jancker se ha quedado enfermo en Alemania. Lo mismo que el otro delantero gigantón, Alexander Zickler, autor de dos goles ante el Eintracht (4-1) en la última jornada de la Bundesliga.

Otra opción en ataque es el joven paraguayo Roque Santa Cruz (18 años).

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