El Madrid se acerca a su objetivo

¡Que vienen los griegos! ¡Que vienen los griegos! Estaba por terminar el tedioso partido, no quedaban más allá de cuatro minutos o así, cuando los griegos (el Paok de Salónica, para ser más precisos) se pusieron, casi sin querer, a seis puntos del Madrid. Entonces, pese a que lo que se había visto en los 36 minutos ya jugados no permitía aventurar ninguna capacidad baloncestística en los visitantes, hubo temor. La verdad es que la puesta en escena también lo provocaba.Era algo así: cogía el balón el base Bazarevits y se volvía a la banda, a su entrenador Flevarakis, quien le hacía gestos de tr...

¡Que vienen los griegos! ¡Que vienen los griegos! Estaba por terminar el tedioso partido, no quedaban más allá de cuatro minutos o así, cuando los griegos (el Paok de Salónica, para ser más precisos) se pusieron, casi sin querer, a seis puntos del Madrid. Entonces, pese a que lo que se había visto en los 36 minutos ya jugados no permitía aventurar ninguna capacidad baloncestística en los visitantes, hubo temor. La verdad es que la puesta en escena también lo provocaba.Era algo así: cogía el balón el base Bazarevits y se volvía a la banda, a su entrenador Flevarakis, quien le hacía gestos de tranquilo, tranquilo. La verdad es que no era ninguna novedad (había jugado igual todo el partido: 20 segundos de bote por jugada y un pase al final, sin más), pero la calma y la sangre fría con que se ejecutaba la maniobra hacían prever una carta guardada en la manga. Pero ni eso: pese a toda la puesta en escena, más de lo mismo, torpeza interior e inoperancia exterior (lo típico: sólo anotaban los aleros cuando no les iba nada en la canasta), pérdidas de balón y demás. Once puntos de diferencia al final, los mismos que en el descanso. ¿Para qué jugaron el segundo tiempo?

Para el Madrid fue un fácil regreso del infierno de la Copa. Un trabajo profesional de sus tiradores pese a la lesión de Herreros. Djordjevic y Alberto Angulo en el primer tiempo, y el yugoslavo y Lucio Angulo en el segundo se encargaron con un par de triples en el momento necesario de mantener las distancias.

Con esta victoria y a falta de dos partidos, el Madrid tiene muco más cerca la segunda plaza del grupo, su objetivo para tener ventaja de campo en octavos.

Por otra parte, Aíto García Reneses, técnico del Barça, criticó la pasividad y falta de "profesionalidad" de Alston y Goldwire, sus dos jugadores estadounidenses, en el partido ante el Zalguiris, en el que su equipo pecó de exceso de relajación por la intrascendencia del encuentro. "Sólo hace falta ver los que han tenido valoración negativa", subrayó Aíto en clara alusión a los dos jugadores.