HABLANDO SOLO
Durante unos minutos, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, tuvo preocupado a un grupo de personas que quedaron impresionadas al ver a este político vallisoletano andar en solitario, gesticulando y como hablando solo, durante su estancia en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se clausuró en Madrid ayer, domingo. La tranquilidad llegó cuando alguien, tras acercarse unos metros, comprobó que llevaba un auricular en un oído, mientras que sujetaba un teléfono móvil en una mano. A pocos metros, la ropa marcaba la diferencia. Varios representantes de instituciones recib...
Durante unos minutos, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, tuvo preocupado a un grupo de personas que quedaron impresionadas al ver a este político vallisoletano andar en solitario, gesticulando y como hablando solo, durante su estancia en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se clausuró en Madrid ayer, domingo. La tranquilidad llegó cuando alguien, tras acercarse unos metros, comprobó que llevaba un auricular en un oído, mientras que sujetaba un teléfono móvil en una mano. A pocos metros, la ropa marcaba la diferencia. Varios representantes de instituciones recibieron al presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, que celebraba el día de esta comunidad, ataviados con una bufanda de color rojo carmesí, similar a las que usan los seguidores de los equipos de fútbol, con el lema "cada fin de semana, unas vacaciones". Por el contrario, gran parte del público de a pie lució una camiseta reivindicando la inmediata apertura y garantías de continuidad para la estación de esquí de La Pinilla, ubicada en el macizo de Ayllón (Segovia), gestionada con fondos públicos. Por aquello de dar buena imagen en ese foro de promoción turística, los segovianos optaron por protestar de manera pacífica y, en vez de pitar a los políticos, aplaudieron, aunque fuera con la zamarra colocada sólo por encima, como fue el caso de la ex secretaria de Estado de Justicia María Teresa Fernández de la Vega. Sin embargo, ayer se resarcieron y, tras una manifestación en Riaza a la que asistieron cerca de un millar de personas, se leyeron una serie de nombres de políticos, que fueron seguidos por una considerable pitada, aunque todo acabó en una fiesta, sirviéndose vino para los asistentes.- ,