BALONMANO - CAMPEONATO EUROPEO

Listos para el infierno

Entre los más de 12.000 espectadores que llenan el Dom Sportova de Zagreb suelen abundar los energúmenos que agreden a jugadores y árbitros. España se enfrenta hoy (21.00, La 2) a Croacia, actual campeona olímpica, en la primera jornada del Europeo. La victoria supone estar cerca de las semifinales (se clasifican los dos primeros del grupo); la derrota obliga, salvo carambolas, a vencer después a Noruega, Ucrania, Francia y Alemania."Me preocupa que no tengamos ningún problema, porque quiero verlos tensos, preparados para ganar los dos partidos siguientes pase lo que pase en el primero", dijo ...

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Entre los más de 12.000 espectadores que llenan el Dom Sportova de Zagreb suelen abundar los energúmenos que agreden a jugadores y árbitros. España se enfrenta hoy (21.00, La 2) a Croacia, actual campeona olímpica, en la primera jornada del Europeo. La victoria supone estar cerca de las semifinales (se clasifican los dos primeros del grupo); la derrota obliga, salvo carambolas, a vencer después a Noruega, Ucrania, Francia y Alemania."Me preocupa que no tengamos ningún problema, porque quiero verlos tensos, preparados para ganar los dos partidos siguientes pase lo que pase en el primero", dijo el seleccionador Juan de Dios Román el miércoles, antes del último entrenamiento en Minden (Alemania), donde el equipo se ha concentrado una semana. Influido tal vez por el espíritu del Kaiser Guillermo I, cuya estatua domina una colina cercana, el técnico quiso inyectar ardor guerrero en sus hombres. Él, con el anhelo de lograr el oro que le falta tras la plata de dos Europeos y el bronce en Atlanta, sí está tenso: por la noche se relajó escuchando un compacto de la soprano Elisabeth Schwarzkopf mientras jugaba con unas bolas de acero entre sus dedos.

Hay un factor muy positivo: el equipo titular (que es el del Barcelona con el refuerzo del maestro Duishebáiev para atacar, y el de Olalla y Juancho Pérez en la defensa) ha salido triunfante muchas veces del infierno del Dom Sportova. Hasta el punto de convertir la necesidad en virtud: "A mí me estimula mucho ese ambiente. Ojalá todas las canchas fueran así. Al calentar se te pone la carne de gallina, pero es bueno", asegura Urdangarín. "Da gusto jugar aquí si no fuera porque, además de la lluvia de mecheros y otros objetos, a veces usan proyectores de rayos láser, que son muy peligrosos", añade el portero Barrufet. "A mí también me gusta, aunque el ruido es tan tremendo que no podemos oírnos. Pero estamos tan compenetrados que cualquier señal con la mano o un simple gesto bastan para que nos entendamos. Lo malo sería que en vez de jugar contra siete lo hagamos contra nueve ", agrega Masip, que ha vuelto con ganas a la selección tras dos años de polémica ausencia.

Croatas veteranos

Croacia, que en el Europeo de 1998 empató el partido inaugural con España, cuenta con varios jugadores que rondan los 35 años. Es muy probable que acusen el cansancio a lo largo de una competición tan intensa (tres partidos en las primeras 48 horas), pero bastante menos que desfallezcan hoy. Se notará la ausencia por lesión de su maestro, el barcelonista Cavar. Pero sus dos artilleros (Sarácevic y Míkulic) son temibles porque tiran a destajo desde cualquier posición. La defensa es una molesta cuña en 3-2-1, muy cerrada hacia el centro. Román demostró en los entrenamientos de Minden que tiene claro el antídoto: buscar a los extremos; si no hay éxito, desdoblamientos a doble pivote; constantes cambios de ritmo y de dirección; y mucha continuidad en el pase con el fin de que los croatas pierdan el aliento y dejen huecos.

Mantener ese trajín requiere la técnica y la inteligencia de Duishebáiev y Masip, la velocidad de los extremos Guijosa y Ortega, la precisión en el tiro de Lozano y Urdangarín, y la potencia del gigante Xepkin en el pivote. Además hace falta ese difícil equilibrio entre la serenidad y los nervios en ebullición. De ahí la preocupación de Román: "No hemos perdido ninguna maleta. No hay lesionados, ni siquiera hacen falta los masajes. Estamos demasiado bien, demasiado tranquilos".

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