"La Universidad está cada día más lejos de la vida"

Hace tiempo que el leonés Julio Llamazares decidió llamar a las cosas por su nombre. Y por eso se dedicó a contar lo que veía. Novelas (Luna de lobos o La lluvia amarilla), relatos, libros de viajes (Tras-os-montes), guiones de cine (Luna de lobos) y múltiples reportajes han salido de su ganas de mirar y de contarlo luego. Su justificada fama de escritor que tiene al paisaje en cuenta más allá del decorado ha llevado a los organizadores del XVI Congreso de Geógrafos Españoles, que mañana se clausura en Málaga, a pedirle que dictase la conferencia inaugural.Pregunta. Ha dicho en su charla que c...

Hace tiempo que el leonés Julio Llamazares decidió llamar a las cosas por su nombre. Y por eso se dedicó a contar lo que veía. Novelas (Luna de lobos o La lluvia amarilla), relatos, libros de viajes (Tras-os-montes), guiones de cine (Luna de lobos) y múltiples reportajes han salido de su ganas de mirar y de contarlo luego. Su justificada fama de escritor que tiene al paisaje en cuenta más allá del decorado ha llevado a los organizadores del XVI Congreso de Geógrafos Españoles, que mañana se clausura en Málaga, a pedirle que dictase la conferencia inaugural.Pregunta. Ha dicho en su charla que cuando le invitaron a inaugurar el congreso, quiso leer un par de libros teóricos de geografía y tuvo que dejarlos porque no entendía nada.

Respuesta. Hablo como profano absoluto y quizá por boca de ganso, pero la universidad está cada día más lejos de la vida. Cada vez me envían más tesis doctorales sobre mi obra y ni yo soy capaz de entenderlas. He llegado a dar datos míos a los doctorandos que rechazan porque no están publicados. Es una paradoja, pero lo único que existe en la universidad es la realidad virtual.

P. Ha reivindicado a la generación del 98 como introductora del paisaje en la literatura y la pintura españolas.

R. Me molesta que ahora se intente negar casi sistemáticamente la influencia de esa generación en toda nuestra cultura. Supongo que es la tendencia a desconocer y despreciar nuestra propia tradición.

P. ¿Y antes de esa época?

R. Manteníamos ese complejo de inferioridad sobre lo nuestro convencidos de que los paisajes que nos venían del norte eran los más bellos. Y no hay paisajes inferiores o superiores. Tuvieron que venir los viajeros románticos del XIX o Brenan este siglo para que los andaluces reconocieran la gran belleza de su paisaje.

P. ¿Es ecologista?

R. Los ecologistas piensan que la naturaleza y el hombre siempre vivieron en armonía. Y no es así. Respetemos la naturaleza sin idealizarla. La vida humana no es idílica, ni tampoco el paisaje.

P. Mucho hablar de paisaje y aún no ha dado una definición.

R. El paisaje es un estado de ánimo. Un espejo donde tú te miras y reflejas cómo te sientes. Es, por lo tanto, una pasión.

P. ¿Hay paisajes mudos o espectadores sordos?

R. Lo segundo. Conozco mucha gente incapaz de escuchar el latido del paisaje en el que vive.

P. Hable de sus proyectos actuales.

R. Llevo mucho tiempo escribiendo una novela -porque escribir es una cosa muy difícil- que pretendo que sea una historia pintada sobre Madrid y su paisaje. Sólo sé el título, El cielo de Madrid. Y tengo ya otro libro de viajes en la cabeza y un nuevo guión de cine.