Entrevista:TENIS - MASTERS FEMENINO

Arantxa: "Sólo me caso, no me retiro"

La situación no es como para tirar cohetes, pero tampoco es desesperada. Arantxa Sánchez Vicario lleva 14 temporadas en el circuito femenino y, a sus 27 años, se ve obligada a mejorar algunos aspectos de su juego para mantenerse en la élite. Una lesión en la muñeca izquierda, la primera importante de su carrera, la obligó a reducir su calendario esta temporada. Ganó el torneo de El Cairo y disputó las semifinales de Roland Garros, donde se ha coronado tres veces. Sin embargo, llegó mal al final del año y no pudo impedir una caída hasta el 16º puesto de la clasificación mundial. Desde que fue e...

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La situación no es como para tirar cohetes, pero tampoco es desesperada. Arantxa Sánchez Vicario lleva 14 temporadas en el circuito femenino y, a sus 27 años, se ve obligada a mejorar algunos aspectos de su juego para mantenerse en la élite. Una lesión en la muñeca izquierda, la primera importante de su carrera, la obligó a reducir su calendario esta temporada. Ganó el torneo de El Cairo y disputó las semifinales de Roland Garros, donde se ha coronado tres veces. Sin embargo, llegó mal al final del año y no pudo impedir una caída hasta el 16º puesto de la clasificación mundial. Desde que fue eliminada por Martina Hingis en octavos de final del Open de EEUU, el pasado septiembre, no ha vuelto a ganar un partido. Perdió frente a Serena Williams en la Copa Grand Slam, y luego ante Elena Likhovtseva en Filderstadt. Y se negó a seguir jugando, renunciando incluso a defender sus opciones de entrar en el Masters. Ganó su plaza por la retirada de Monica Seles. Pero el lunes perdió en su debut ante la austriaca Barbara Schett, octava mundial, por 6-1, 6-4.Pregunta. ¿Por qué decidió renunciar al Masters y dar por acabada su temporada antes de tiempo?

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Respuesta. Pensaba venir a Nueva York para disputar sólo el doble, puesto que mi compañera, Larisa Neiland, se retira en este torneo. No me planteé jugar el individual al no estar al 100%. Me llegó de rebote y me alegró. Es mi 11ª participación consecutiva. Es evidente que no estaba mentalizada para jugar y menos contra una jugadora que imprime tanta velocidad a la bola como Schett. No jugué bien y era previsible. Sólo pude entrenarme media hora antes del partido en la pista del Madison. Había practicado en el hotel pero las condiciones no tenían nada que ver.

P. En realidad, la velocidad es la tónica que impone la nueva generación, encabezada por las hermanas Williams. ¿La está obligando a modificar su juego la velocidad de bola que se ha implantado en el circuito femenino?

R. La nueva generación ha entrado con fuerza y juega con mucha potencia y bolas muy largas. Eso te obliga a cambiar algunos esquemas de tu juego. Hay que arriesgar más para impedir que te dominen. Y eso es lo que intento. Trabajo con mi derecha y, sobre todo, con el saque. Necesito presionar más con mi primer servicio. Es la única manera de poder mantenerme a este nivel.

P. Algunos rumores apuntan que se está planteando la posibilidad de abandonar el tenis tras su boda, el próximo mes de julio, o tras los JJ OO de Sydney.

R. No es cierto. Sólo me caso, no me retiro. Mi boda no va a condicionar mi retirada. Renuncié a jugar tras Filderstadt porque quería prepararme muy bien para la próxima temporada. Estoy haciendo una buena pretemporada, algo que no hice los últimos años, y durante los seis primeros meses del año apenas defiendo puntos. O sea, que mi ranking puede subir fácilmente. Espero hacer ya un buen papel en el Open de Australia, en enero, y llegar bien preparada a Roland Garros. Después de Wimbledon vendrá mi boda. Pero luego seguiré jugando. Porque en septiembre están los JJOO de Sydney y ése es uno de los objetivos prioritarios de mi temporada. Serán mis cuartos JJOO y no quiero perdérmelos.

P. ¿Cree que su juego le permite mantener el ritmo actual de los partidos y permanecer entre las primeras jugadoras del mundo?

R. Si estoy al 100%, sí. El nivel del juego ha subido mucho. Todo va más rápido y es más duro. Hay que estar a tope para defender tus opciones. En realidad, este final de temporada preferí no jugar porque sabía que no estaba bien y así era muy difícil ganar partidos.

P. ¿Se plantea como objetivo entrar de nuevo en la lista de las diez primeras mundiales?

R. Ése no es un objetivo. Lo que me preocupa es jugar bien y mejorar aspectos de mi juego, y, sobre todo, que me respeten las lesiones. El objetivo está puesto en estar a tope en los torneos del Grand Slam y en los JJOO. Y en disfrutar, que ya me toca.

P. ¿En el futuro podría entrenar a otras jugadoras?.

R. No lo he pensado. Deberé hacerlo en el futuro. No sé. Si mis hijos o hijas quieren dedicarse al tenis... (sonrisas).

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