Sancionado por opinar

Un controlador aéreo de Las Palmas, suspendido de empleo y sueldo por criticar a AENA en televisión

Salir en televisión puede costar muy caro. A Juan Herrero Barrientos, un controlador aéreo del centro de Canarias, le ha supuesto por el momento perder empleo y sueldo durante tres meses. Ésta es la sanción que le ha impuesto Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) por participar en un debate sobre el porqué del caos aéreo que emitió el programa Millennium, de la cadena de televisión catalana Canal 33, el pasado 15 de mayo.El programa tuvo lugar en un momento en el que los aeropuertos españoles sufrían constantes demoras en los vuelos y miles de pasajeros debían esperar durante ...

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Salir en televisión puede costar muy caro. A Juan Herrero Barrientos, un controlador aéreo del centro de Canarias, le ha supuesto por el momento perder empleo y sueldo durante tres meses. Ésta es la sanción que le ha impuesto Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) por participar en un debate sobre el porqué del caos aéreo que emitió el programa Millennium, de la cadena de televisión catalana Canal 33, el pasado 15 de mayo.El programa tuvo lugar en un momento en el que los aeropuertos españoles sufrían constantes demoras en los vuelos y miles de pasajeros debían esperar durante horas para tomar un avión. La explicación que sugirió Herrero a esta situación fue "no sólo la improvisación de AENA, sino un plan premeditado para justificar en su momento la privatización" de este órgano público.

"No se atacó directamente nunca a nadie, no se insultó", comentó a este periódico Ramón Colom, director del programa. "Entre lo más duro que llegó a decir fue que AENA en su gestión pone la economía por encima de la seguridad".

Un mes más tarde de la emisión del programa, al controlador se le abrió un expediente disciplinario por faltas graves o muy graves. Entre ellas, se le acusaba de "constituir calumnias, injurias o agresiones de forma verbal vertidas contra instituciones, órganos u organizaciones relacionadas con AENA; la utilización o difusión de datos o asuntos de los que se tenga conocimiento por razón del trabajo en AENA y el falseamiento voluntario de datos e informaciones del servicio". En su descargo, él asegura que no ofreció ningún dato que no se hubiera publicado antes en los medios de comunicación, y considera que es un atentado a su libertad de expresión y al derecho de los usuarios a saber qué es lo que realmente ocurre. La sanción final ha dejado de lado la primera de las acusaciones.

Pero Herrero, que se siente perseguido, sostiene que la cosa no quedó ahí. De vuelta a su trabajo tras el debate se encontró con que no podía continuar el entrenamiento de controlador de aproximación, que seguía para ascender de categoría. "De las cuatro pruebas de las que constaba el examen me suspendieron en una, me negaron el derecho a revisar las cintas en las que consisten las pruebas y me impidieron realizar el resto".

El 1 de septiembre, Herrero recibió además la notificación de que debía revisarse su habilitación. Ésta es el permiso específico para trabajar en cada centro de control, que se recibe tras un periodo de entrenamiento y tiene fecha de caducidad: si se permanece más de seis meses sin trabajar un mínimo de 40 horas se pierde.

Herrero dice que nunca llegaron a revisarle la habilitación porque, en el momento de ir a pasar la prueba, la persona que debía hacerlo se negó alegando que estaba muy nervioso. Esto condujo a que sus superiores estimaran que necesitaba hacerse "un reconocimiento psicofísico extraordinario", lo que suponía una suspensión cautelar de su habilitación.

Ante esta situación, el controlador demandó a AENA porque llevaba más de un mes sin que se le permitiera trabajar y adjuntó informes de dos psiquiatras de Las Palmas en los que ambos certificaban que su salud es impecable. Sin embargo, esto no impidió que pasara el reconocimiento.

A pesar de que lo habitual en estas pruebas médicas es que se hagan en el lugar de trabajo, Herrero fue requerido para pasarlo en Madrid. A mediados de octubre se le citó en el hospital del Aire, donde durante tres días fue sometido a exámenes médicos. Finalmente, la semana pasada recibió el certificado de que era "apto". Herrero debería haberse incorporado ayer al Centro de Control de Canarias, pero el pasado viernes le llegó la notificación de la suspensión de empleo y sueldo. "Me han sancionado por decir mi opinión, que, como coincide bastante con la realidad, eso es lo que la hace tan peligrosa", dice. Si fuera mentira, sostiene, AENA se habría querellado contra los otros dos participantes del programa (representantes del sindicato de pilotos SEPLA y de una organización de consumidores).

Este periódico contactó ayer con AENA para recabar su versión de los hechos y un portavoz manifestó: "No tenemos nada que decir al respecto".

Aunque la sanción a Herrero no ha llegado a su despido, en la práctica sí le puede llevar a perder su habilitación, y por tanto a tener que volver a obtenerla para recuperar su puesto.

Pero la historia aún no ha terminado. Herrero interpuso una demanda contra AENA el pasado 22 de octubre en el Juzgado número 4 de Las Palmas por lesión de derechos fundamentales, daños y perjuicios. El juicio comienza mañana.

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