FÚTBOL: Internacional

Martín Palermo marca su gol número 100 y se lesiona para ocho meses

El jugador del Boca Juniors sufre una rotura de ligamentos en la rodilla derecha

El golpe fue duro para él y para todos. Martín Loco Palermo, que el sábado marcó su esperado gol número 100 desde que debutó en Primera División, sufrió la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y el pronóstico dice que después de la intervención quirúrgica tiene al menos unos ocho meses de recuperación. La noticia atravesó de dolor el relato de los partidos de fútbol que se retransmitían ayer por la jornada de Liga. Nadie podía, ni quería, creerlo.El Boca necesitaba ganar el sábado para mantenerse segundo en las posiciones y sostener a la vez la presión de una persecuc...

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El golpe fue duro para él y para todos. Martín Loco Palermo, que el sábado marcó su esperado gol número 100 desde que debutó en Primera División, sufrió la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y el pronóstico dice que después de la intervención quirúrgica tiene al menos unos ocho meses de recuperación. La noticia atravesó de dolor el relato de los partidos de fútbol que se retransmitían ayer por la jornada de Liga. Nadie podía, ni quería, creerlo.El Boca necesitaba ganar el sábado para mantenerse segundo en las posiciones y sostener a la vez la presión de una persecución constante sobre el River, su clásico rival y líder del torneo. Debía jugar en el campo del Colón de la provincia de Santa Fe, llamado "el cementerio de los elefantes". A los 15 minutos de juego, Palermo intentó tapar el remate del defensa Medero, estiró la pierna izquierda y la derecha se le quedó clavada en el suelo. La rodilla le dolía mucho, pero no quiso salir. Nueve minutos más tarde, Riquelme le deja en posición de gol con un pase preciso; Palermo no remata bien, pero convierte. Era su gol número 100, el que se esperaba desde hace una semana, cuando cumplió 26 años. Pero el Loco casi no lo festejó como se hubiera esperado de él y en ese momento. Gritó, sí, se alzó la camiseta, mostró la foto de sus hijos que llevaba impresa en la elástica blanca debajo de la oficial, recibió los abrazos, alzó los brazos, pero no podía casi caminar. A los 28 minutos, cuatro después del gol, él mismo le hizo señas para que le reemplazaran.

Un serio problema

Bianchi se dio cuenta de que el problema era serio. Nunca antes, Palermo había simulado una lesión o un golpe. El pibe Cristian Giménez, que en la segunda parte marcaría el gol de la victoria por 1-2, entró en su lugar. Nadie pensaba entonces que su regreso a los campos de juego se demoraría tanto tiempo. Le colocaron hielo sobre la rodilla inflamada. Él creía que no era nada serio y calmó a los aficionados a la salida del estadio: "Quédense tranquilos, estoy bien". Pero ayer, cuando le hicieron los estudios, se comprobó la gravedad de la lesión.La mala fortuna de Palermo había comenzado a insinuarse cuando el presidente del Boca desistió hace un mes de traspasarlo al Lazio. El goleador se sintió decepcionado y desilusionado con los directivos: "Ya sé con qué clase de personas debo tratar aquí en el club". Jugar en el fútbol europeo era su sueño y le habían prometido que le dejarían marchar en cuanto algún club estuviera dispuesto a pagar los 2.300 millones en los que estaba cotizado su pase.

El Boca le quería retener hasta el fin del torneo, el Lazio no podía esperar y el único perjudicado fue Palermo. Ahora, el sueño debe esperar.

[El River venció en la jornada de ayer a Gimnasia y Esgrima La Plata (2-0) y continúa al frente de la clasificación, a tres puntos del Boca].

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