El Celta hace historia en un partido infumable
En el peor partido que se le ha visto al Celta en Balaídos en los últimos tiempos atrapó el equipo de Víctor Fernández un logro que no deja de ser histórico: la tercera ronda de la UEFA. Tardó más de una hora en ver la eliminatoria resuelta, una sensación que no tuvo hasta que Djorovic aprovechó el rechace del guardameta griego a la salida de una falta. Hasta entonces todo fueron problemas para encontrar caminos en el superpoblado terreno del Aris de Salónica.Requería la pusilánime propuesta de los griegos una rápida circulación de la pelota y lo que hizo el Celta con ella fue desplazarla intu...
En el peor partido que se le ha visto al Celta en Balaídos en los últimos tiempos atrapó el equipo de Víctor Fernández un logro que no deja de ser histórico: la tercera ronda de la UEFA. Tardó más de una hora en ver la eliminatoria resuelta, una sensación que no tuvo hasta que Djorovic aprovechó el rechace del guardameta griego a la salida de una falta. Hasta entonces todo fueron problemas para encontrar caminos en el superpoblado terreno del Aris de Salónica.Requería la pusilánime propuesta de los griegos una rápida circulación de la pelota y lo que hizo el Celta con ella fue desplazarla intuitiva y descoordinadamente. Vivir en el alambre durante tanto tiempo le pudo costar un disgusto al Celta, que no sucumbió porque Dutruel salvó dos remates consecutivos de forma prodigiosa.
CELTA 2
ARIS SALÓNICA 0Celta: Dutruel; Velasco, Cáceres, Djorovic, Juanfran; Celades, Makelele; Karpin (Tomás, m. 89), Mostovoi, Revivo (Gustavo López, m. 60); y Benni McCarthy (Turdó, m. 60). Aris Salónica: Kattergiannakis; Mantzios, Malous, Koltsidas, Papdopoulos, Loumboutis; Kizeridis (Christodoulou, m. 68), Koutsis, Nagoli; Agathkledus (Haristeas, m. 88) y Gluscevic (Liolidis, m.60). Goles: 1-0. M. 62. Djorovic cabecea un rechace del guardameta griego a la salida de una falta. 2-0. M. 90. Turdó supera al guardameta con una vaselina. Árbitro: Livio Bazzoli. Amonestó a Kizeridis, Nagoli, Mostovoi y Makelele. 17.000 espectadores en Balaídos. El Celta se clasifica por el resultado global de 4-2.
La reacción del equipo vigués tuvo bastante que ver con el carácter de Turdó. A falta de otras virtudes que aún no ha podido demostrar, el delantero argentino contagió el nervio que le faltó a McCarthy, al que sustituyó. Un remate suyo lo recogió Djorovic para tranquilizar el encuentro. Siguió buscando el gol y reivindicó un puesto en el equipo titular con un gol de vaselina que cerró el partido.