AUTOMOVILISMO Desenlace del Mundial de Fórmula 1

Hakkinen, impecable en Japón

El finlandés gana su segundo Mundial tras vencer en Suzuka y dejar a Schumacher segundo

"El coche me falló cuando estaban las luces verdes encendidas y, en la salida, cuando se apagaron las rojas, me volvió a patinar. Me retrasé y Hakkinen me adelantó. Tenemos con eso un problema: hay que analizarlo y mejorar". Posiblemente, en esas décimas de segundo, en esa pequeña avería que describía con esa profunda decepción el alemán Michael Schumacher (Ferrari), que partía en Suzuka (Japón) con el mejor tiempo, se decidió ayer el Campeonato de la Fórmula 1 más disputado de los últimos años. Mika Hakkinen (McLaren Mercedes), el impasible finlandés, se adjudicó el título que ya acarició hac...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"El coche me falló cuando estaban las luces verdes encendidas y, en la salida, cuando se apagaron las rojas, me volvió a patinar. Me retrasé y Hakkinen me adelantó. Tenemos con eso un problema: hay que analizarlo y mejorar". Posiblemente, en esas décimas de segundo, en esa pequeña avería que describía con esa profunda decepción el alemán Michael Schumacher (Ferrari), que partía en Suzuka (Japón) con el mejor tiempo, se decidió ayer el Campeonato de la Fórmula 1 más disputado de los últimos años. Mika Hakkinen (McLaren Mercedes), el impasible finlandés, se adjudicó el título que ya acarició hace una semana en Malaisia y se coronó por segunda vez consecutiva como el rey de la F1.Shumacher, a cinco segundos del finlandés, tuvo que conformarse con la segunda plaza y el irlandés Eddie Irvine (Ferrari), que soñaba ya en verano con las fiestas de la celebración en Tokio, fue tercero, a seis segundos del campeón. De poco le sirvieron los cuatro puntos de ventaja que tenía sobre el finlandés antes de la carrera de ayer. Hakkinen acabó con 76 puntos y el irlandés, con 74. Tras lucirse en los entrenamientos oficiales, Schumacher estaba predestinado a impartir justicia y lo hizo de forma salomómica: el título de pilotos fue para McLaren Mercedes y el de constructrores para Ferrari, que rompe su sequía desde 1983 e iguala el récord de nueve victorias que ostentaba Williams.

Más información

"No deseo a nadie tener que ganar un Mundial en la última carrera. Esto provoca demasiado stres", confesó un feliz y agotado Hakkinen tras proclamarase campeón. El finlandés expresó su sufrimiento, pero la carrera le fue perfecta. Tras el error de salida del Ferrari de Schumacher, Hakkinen se colocó en primer lugar y en la cuarta vuelta ya gozaba de una ventaja de 2,5 segundos sobre el alemán, que era segundo, mientras Irvine, cuarto, era muy seguido de cerca por el escocés David Coulthard (Mercedes-McLaren).

Las paradas en boxes marcaron esa tendencia: Hakkinen paró en la vuelta 19, tres antes que Schumacher, concediéndole su primera posición provisional, y Irvine fue el último en detener su bólido. Fue en la vuelta 23, cuando ya se había disputado la mitad del Gran Premio. Ahí empezó otra carrera: Hakkinen y Schumacher delante y Coulthard y Irvine detrás. Un duelo a pares entre los dos McLaren Mercedes y los dos Ferrari. Hakkinen siguió mandando y Schumacher apretó el acelerador. Logró el mejor tiempo -fue en la vuelta 31, con 1m,4s,319c-, pero eso tampoco le sirvió para cortar demasiada distancia.

El alemán no renunció a nada y en la vuelta 36 empezó a alimentar su ira hacia Coulthard. El escocés acababa de salir de la pista, chocando levemente contra los muros de protección, y no tuvo más remedio que ir a boxes a cambiar el morro de su Mercedes. Cuando regresó, lo hizo justo delante de Schumacher, a quién llegó a taponar. "Me ha decepcionado", dijo después, terriblemente indignado el piloto de Ferrari. "He tenido que zigzaguear para evitarlo. Sé que quería proteger a Hakkinen, pero yo no hice lo mismo en Malaisia, ya que allí estaba luchando por mi posición". Una vuelta más tarde, en la 37ª, el alemán entró en boxes por segunda vez y Hakkinen lo hizo en la 38ª. Nada cambió ya en cabeza. El finlandés venció en Japón -su quinta victoria del año, la décimocuarta de su carrera deportiva- y Schumacher, segundo, por delante del rebelde Irvine. El hispano alemán Heinz-Harald Frentzen (Jordan) fue cuarto y Ralf Schumacher (Williams), quinto.

Los pilotos españoles corrieron suertes distintas. Marc Gené (Minardi Ford) abandonó la pista en la vuelta 37 al romper su cambio y Pedro de La Rosa (Arrows) acabó décimotercero. Los dos han acabado la temporada sumando un punto cada uno: De la Rosa lo consiguió en el Gran Premio de Australia y Gené en el de Europa. Sus dos escuderías han finalizado también entre las diez primeras -Arrows, noveno y Minardi, décimo- gracias a esos dos puntos.

Otra vez como hace un año, Hakkinen, que ayer abandonó su gesto taciturno de los últimos días, se proclamó campeón. Schumacher, que se había perdido seis grandes premios tras romperse la pierna en Silverstone, no logró que Irvine se adjudicara el título pero al menos lo logró para su escudería, que quedará para la historia como la campeona del último año del milenio. Ferrari siguió ayer sumando récords al igualar a Willians (9 victorias). Tenía ya además el de grandes premios disputados (619), el de victorias (125), el mejores tiempos (127) y el de puntos (2.358,5).

Archivado En