Insurrección en la Ciudad Deportiva
Toshack y sus jugadores trabajaron el día después de la derrota en el "derby" entre insultos y abucheos
El sábado estalló el Bernabéu. Ayer, la insurrección llegó a la Ciudad Deportiva. Allí citó John Toshack a sus jugadores doce horas después de que el Real Madrid cayera derrotado en el derby (1-3) y sumara su octavo partido sin ganar. Y hasta ese lugar acudió un millar de aficionados para mostrar su indignación por la situación que atraviesa el equipo.El técnico y los jugadores trabajaron durante algo más de sesenta minutos entre insultos y abucheos que continuaron hasta que los jugadores abandonaron las instalaciones a toda prisa. "¡Toshack, vete ya!". "¡Sinvergüenzas!". "¡Nos vais a llevar a...
El sábado estalló el Bernabéu. Ayer, la insurrección llegó a la Ciudad Deportiva. Allí citó John Toshack a sus jugadores doce horas después de que el Real Madrid cayera derrotado en el derby (1-3) y sumara su octavo partido sin ganar. Y hasta ese lugar acudió un millar de aficionados para mostrar su indignación por la situación que atraviesa el equipo.El técnico y los jugadores trabajaron durante algo más de sesenta minutos entre insultos y abucheos que continuaron hasta que los jugadores abandonaron las instalaciones a toda prisa. "¡Toshack, vete ya!". "¡Sinvergüenzas!". "¡Nos vais a llevar a Segunda!", fueron los gritos más escuchados en una mañana de protestas. Guti, Seedorf, Redondo y Bizzarri recibieron un tratamiento más duro que el resto de sus compañeros. "¿Qué quieres, otra oportunidad?", le increparon los airados hinchas al guardameta argentino expulsado en el minuto 49 del encuentro, acción que deja al Madrid con un único portero: Iker Casillas.
Toshack no habló de manera formal después del entrenamiento, pero antes de dejar las instalaciones y en medio de un gentío que le reprochaba sus métodos de trabajo y pedía "más cantera y menos extranjeros", anunció: "Estoy fuerte y dispuesto a seguir pero sé cómo funciona este mundo". El entrenador se sabe contra las cuerdas.
Todas estas escenas fueron presenciadas por el director general del club, Julio Senn, y los técnicos de la casa José Martínez Pirri y Vicente del Bosque, que según la liturgia de los tiempos de crisis, acompañaron al equipo en su vuelta al trabajo. Lorenzo Sanz, el presidente, decidió quedarse en su casa, ni tan siquiera acudió a ver el partido de baloncesto que enfrentó al Madrid con el Breogán como inicialmente había previsto. Eso sí, estuvo permanentemente informado de todo lo que estaba pasando en la Ciudad Deportiva, y mostró su alarma por las escenas que le relataban.
El presidente está muy abatido tras la derrota y por la contestación que su gestión recibió del público. Pero lo que más le ha dolido han sido los insultos que recibieron algunos miembros de su familia que le acompañaron en el partido. Sanz se marchó el sábado del Bernabéu protegido por la seguridad privada del club pero eso no evitó que un grupo de aficionados le aguardaran a la salida del aparcamiento, rodearan su coche y le insultaran.
La imagen que ofrece el Madrid es la de un equipo roto, en el que cada uno va por su lado. Ayer, Toshack ni tan siquiera reunió a sus jugadores para hablar de lo sucedido e intentar aunar fuerzas. Varios futbolistas se acercaron incluso a algunos periodistas para preguntarles si el entrenador iba a ser destituido. Otros prefirieron hablar de la desolación que invade el vestuario en este momento. "Estamos machacados, hundidos... Se puede poner la palabra que cada uno quiera", confesó Guti, uno de los jugadores a los que Toshack señaló como uno de los responsables de la derrota ante el Atlético. "Estamos en el peor momento, deportivamente hablando, pero nuestra obligación es mantener la cabeza alta por la camiseta que llevamos", añadió. Karembeu también habló de los momentos de depresión que vive el equipo: "El vestuario está silencioso. Sólo el trabajo puede darnos motivaciones y soluciones para el futuro". Pero ninguno de los jugadores quiso hablar del grado de confianza que Toshack disfruta entre el grupo.
El Madrid viaja hoy a Noruega para jugar ante el Molde en el último partido de la primera fase de la Liga de Campeones. Al frente de la expedición irá Lorenzo Sanz que ha decidido finalmente acompañar al equipo. A las bajas de los siete jugadores lesionados se unieron ayer los problemas de Raúl, con un fuerte golpe en el gemelo de la pierna izquierda, y la fractura en un dedo de la mano de Morientes.