FÚTBOL Competiciones europeas

Baraja lo arregla a su manera

Un golazo del centrocampista da el triunfo al Atlético después de otro partido desastroso

Lo que debió disfrutar ayer Ranieri, que airea orgulloso aquello de que no le gusta el fútbol. Lo que tuvo que gozar este hombre sin una buena jugada que le molestase, sin desobedientes que se agrupasen en torno a la pelota, sin impertinentes que tocasen y tocasen, sin descarados ganadores cerca. El Atlético jugó mal, rematadamente mal, y Ranieri se debió sentir feliz, que por ahí, por el mal juego, ha diagnosticado el técnico italiano que parte la salvación de este equipo. Que sí, que ya está bien de desmarques y pases al hueco, esas flores de las que al parecer, siempre sólo según la versión...

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Lo que debió disfrutar ayer Ranieri, que airea orgulloso aquello de que no le gusta el fútbol. Lo que tuvo que gozar este hombre sin una buena jugada que le molestase, sin desobedientes que se agrupasen en torno a la pelota, sin impertinentes que tocasen y tocasen, sin descarados ganadores cerca. El Atlético jugó mal, rematadamente mal, y Ranieri se debió sentir feliz, que por ahí, por el mal juego, ha diagnosticado el técnico italiano que parte la salvación de este equipo. Que sí, que ya está bien de desmarques y pases al hueco, esas flores de las que al parecer, siempre sólo según la versión del técnico, ha andado sobrado inútilmente el Atlético desde que comenzó el curso. Que sí, que no deben repetirse esas filigranas que no tienen ningún sentido, como la que se le ocurrió ayer a última hora a Baraja: agarrar la pelota en el medio campo, deshacerse de cinco rivales a golpe de velocidad y quiebros, y rematar luego ajustado a una esquina. Sólo a Baraja se le ocurre.Esa temeridad de Baraja, eso sí, le arregló ligeramente al Atlético su salud europea. Porque hasta entonces, mientras Ranieri se salía con la suya, el quinto de la Liga polaca también se estaba vistiendo de obstáculo insalvable para un Atlético pálido. El Amica Wronki, ese caramelo, estaba agravando la avería de los rojiblancos, que ya empezaban a no tener claro ni su futuro en una competición, la Copa de la UEFA, que apenas ha comenzado a rugir. Otro mal partido de los madrileños, otro rival que se les sube a las barbas, otra tortura para el seguidor colchonero, que huye despavorido (tan sólo unos 3.000 acudieron al último desastre de su equipo). Y otra vez Molina metido en el traje de Superman, de héroe de este equipo, para rescatarle en el momento justo cuando el rival se quedó solo a las puertas del gol.

ATLÉTICO 1

AMICA 0Atlético: Molina; Gamarra, Santi, Chamot; Aguilera (Baraja m. 46), Bejbl, Valerón, Solari (Hugo Leal m.82), Capdevila; José Mari (Correa m. 46) y Hasselbaink. Amica: Strozynski (Michniewicz m. 56); Siara, Kukielka, Bosacki, Peczak; Bajor, Dawidowski (Kalu m. 68), Jackiewicz, Sokolowski (Bieniuk m. 46); Sobocinski y Krysalowicz. Goles: 1-0. M.83: Baraja, tras una gran jugada personal. Árbitro: Konrad Plautz (Austria). Amarilla a Santi, Bejbl, Peczak y Bajor. 3.000 espectadores en el Calderón. Ida de la segunda eliminatoria de la UEFA.

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Y en ésas estaba la reunión, con el empate anunciándose como irreparable, cuando apareció Baraja y su insolencia. Cogió la pelota lejos del área rival, se coló entre dos rivales, mandó al suelo a otro con un quiebro, se metió en el área con otra finta y, antes de que llegara un polaco, remató con precisión.

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