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La afición despidió al equipo al grito de "Ranieri, dimisión"

El propietario del Atlético salió del palco, apenas terminó el partido contra el Amica, bajo la acusación de una hinchada agraviada. "¡Ranieri, dimisión!", gritaba, al tiempo que aplaudía a los jugadores polacos. Jesús Gil, con aire fatigado, se plantó ante los micrófonos y lanzó su crítica: "La sensación que dábamos era de impotencia; vamos, que si el partido dura otro partido nos golean... No se puede decir nada, ha sido soporífero, aburrido; los jugadores se caían, no sé qué tenían en las botas. Parece que el enfermo tiene mal color. El poco público que ha venido ha salido muy disgustado, l...

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El propietario del Atlético salió del palco, apenas terminó el partido contra el Amica, bajo la acusación de una hinchada agraviada. "¡Ranieri, dimisión!", gritaba, al tiempo que aplaudía a los jugadores polacos. Jesús Gil, con aire fatigado, se plantó ante los micrófonos y lanzó su crítica: "La sensación que dábamos era de impotencia; vamos, que si el partido dura otro partido nos golean... No se puede decir nada, ha sido soporífero, aburrido; los jugadores se caían, no sé qué tenían en las botas. Parece que el enfermo tiene mal color. El poco público que ha venido ha salido muy disgustado, los acabaremos echando a todos. Estos partidos no crean afición, sino repulsión... Han chillado hasta a Jimmy [Hasselbaink]".Los jugadores, y el técnico del Atlético, Claudio Ranieri, comparecieron ante la prensa como derrotados. Habían ganado. Pero hasta Baraja, el goleador, parecía abrumado: "La verdad es que la sensación que se tiene dentro del campo es muy jodida, porque la gente te está pitando y el equipo no está jugando bien". Su entrenador, no se quedó atrás. Levantó la frente, y dijo: "Es el peor partido que he visto en mi vida. Pido disculpas a la afición. Éste fue el no-partido".

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