La capea de Camacho provoca la queja del Madrid

El seleccionador asume la responsabilidad de la fiesta en que Raúl toreó para sorpresa de su club

La fiesta campera montada el lunes por José Antonio Camacho en El Palacio, provincia de Cuenca y camino de Albacete, acabó de mala manera. El seleccionador dispuso en la finca de su amigo Tomás Alarcón un almuerzo manchego, un partidillo y una exhibición torera dirigida por el maestro Enrique Ponce que llegó a implicar no sólo a varios toreros (Dámaso González, Pepín Lliria, Javier Vázquez, Vicente Barrera, Rafi de la Viña y Manolo Sánchez) sino también, y al parecer, a los técnicos de la selección y a algún futbolista como Raúl. Maestros como Pepín Liria anunciaron en distintos medios que Raú...

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La fiesta campera montada el lunes por José Antonio Camacho en El Palacio, provincia de Cuenca y camino de Albacete, acabó de mala manera. El seleccionador dispuso en la finca de su amigo Tomás Alarcón un almuerzo manchego, un partidillo y una exhibición torera dirigida por el maestro Enrique Ponce que llegó a implicar no sólo a varios toreros (Dámaso González, Pepín Lliria, Javier Vázquez, Vicente Barrera, Rafi de la Viña y Manolo Sánchez) sino también, y al parecer, a los técnicos de la selección y a algún futbolista como Raúl. Maestros como Pepín Liria anunciaron en distintos medios que Raúl se había mostrado como un fenómeno con el capote. Pese al intento de Camacho de que los futbolistas no se pusieran delante de la vaquilla, los hubo como el delantero que supuestamente mostraron un buen cambio de mano con el capote.La intervención de Raúl habría provocado el aplauso de los toreos y la indignación de los directivos del Madrid cuando conocieron lo sucedido. Lorenzo Sanz, presidente del Madrid, pidió ayer explicaciones a la federación. Juan Onieva, el vicepresidente madridista, por su parte calificó la actuación de "irresponsable" y recordó que los futbolistas tienen prohibido torear. Hay incluso antecedentes al respecto: a Juanito, por ejemplo, el club le multó en su día con un millón de pesetas por torear una becerra.

La situación llegó a un extremo tan delicado que Camacho decidió ayer asumir la responsabilidad al tiempo que se rebajaba el tono de las conversaciones entre directivos de la Federación Española de Fútbol y del Madrid. "Nosotros no hicimos ninguna capea", argumentó el seleccionador. "Los chicos se lo pasaron fantásticamente, comieron, y después hubo muchos toreros que torearon y nada más. A parte de esto, si alguién se ha molestado porque hemos pasado un día bueno, no me parece normal. Pero yo tampoco hablo a través de la prensa con nadie", agregó, en alusión al Madrid. "Es mucho más interesante, más directo, si hay alguién que se ha molestado, que hablen directamente con el interesado o los interesados". Y, entendiendo que los jugadores no corrieron ningún riesgo, acabó: "Es una comida que he pagado yo por la clasificación para la Eurocopa. La Federación no tiene nada que ver. Yo soy el único responsable. Pido perdón si realmente cometí un error, pero si a la gente no le gusta que los jugadores se diviertan, estamos perdiendo el rumbo".

Primer entrenamiento

Resuelto inicialmente el asunto, Camacho se dedicó por completo a la preparación del partido que la selección española disputará el próximo domingo (19.30 horas) contra Israel en el Carlos Belmonte de Albacete, encuentro de clasificación para la fase final de la Eurocopa. El seleccionador ha prohibido a sus futbolistas que a partir de hoy hablen del encuentro de Liga Barça-Madrid del próximo día 13 y les ha instado a comentar aspectos de la selección, ya clasificada para la fase final del torneo continental.Durante el entrenamiento de ayer, Camacho dirigió varios trabajos específicos de ataque-defensa. La línea de zagueros que tuvo más protagonismo fue la integrada por Michel Salgado, Hierro, Paco y Sergi, aunque posteriormente César sustituyó a Hierro y Luis Enrique a Sergi. Tanto los futbolistas como el seleccionador elogiaron las instalaciones del Albacete.

El azulgrana Pep Guardiola calificó de "muy positiva" la concentración de la selección durante una semana. "El hecho de que ya estemos clasificados es muy importante", afirmó. "Pero nos jugamos también el prestigio. Además, siempre es bueno cambiar de hábitos, estar con otra gente. Descansar, porque ayuda a preparar el encuentro del domingo con más tranquilidad".

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