El nuevo Timor nace bajo la amenaza de un baño de sangre

El enviado de EL PAÍS relata su salida de Dili, una ciudad inmersa en el terror

JAVIER GARCÍA Denpasar ENVIADO ESPECIAL De Timor a Bali, la distancia que separa en sólo unas horas de avión al infierno del paraíso. Atrás queda una ciudad fantasma, atenazada por el miedo, la revancha y el caos: Dili, la capital de un nuevo país o el corazón de la última guerra civil del siglo XX. Quedan también atrás atrapados en el terror los miles de timorenses, que votaron por la independencia y no han podido siquiera celebrarlo, los que han huido a las montañas, se han escondido en centros religiosos o tratan de abandonar la isla por mar ante las amenazas de las milicias proindonesias. ...

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JAVIER GARCÍA Denpasar ENVIADO ESPECIAL De Timor a Bali, la distancia que separa en sólo unas horas de avión al infierno del paraíso. Atrás queda una ciudad fantasma, atenazada por el miedo, la revancha y el caos: Dili, la capital de un nuevo país o el corazón de la última guerra civil del siglo XX. Quedan también atrás atrapados en el terror los miles de timorenses, que votaron por la independencia y no han podido siquiera celebrarlo, los que han huido a las montañas, se han escondido en centros religiosos o tratan de abandonar la isla por mar ante las amenazas de las milicias proindonesias. El presidente indonesio, Yusuf Habibie, ha admitido la derrota en el referéndum en Timor Oriental y ha llamado a la calma, pero ya nadie puede garantizar que el baño de sangre no se produzca.