Madrid y Barça no esperan para mandar

El Rayo se mete arriba tras sorprender al Mallorca (2-1)

La vida sigue igual en la Liga. Así lo dicta la clasificación, que en su parte alta ha adquirido el aspecto habitual, el de casi toda la vida, con el Madrid y el Barça al mando. Otra cosa es lo que ocurre en la cola, donde se han hecho fuertes, en el peor sentido, tres grandes, dos que se han venido estrepitosamente a menos, el Valencia y el Mallorca, y un tercero que hace tiempo que perdió buena parte de su crédito: el Atlético.A entrenador nuevo desastre seguro. Pruebas hay de sobra. La primera: de vicio le iba al Valencia con Ranieri, pero éste emigró al Atlético y el Valencia aprendió a pe...

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La vida sigue igual en la Liga. Así lo dicta la clasificación, que en su parte alta ha adquirido el aspecto habitual, el de casi toda la vida, con el Madrid y el Barça al mando. Otra cosa es lo que ocurre en la cola, donde se han hecho fuertes, en el peor sentido, tres grandes, dos que se han venido estrepitosamente a menos, el Valencia y el Mallorca, y un tercero que hace tiempo que perdió buena parte de su crédito: el Atlético.A entrenador nuevo desastre seguro. Pruebas hay de sobra. La primera: de vicio le iba al Valencia con Ranieri, pero éste emigró al Atlético y el Valencia aprendió a perder. La segunda: jamás el Mallorca fue tan feliz como la pasada temporada, con Cúper en su banquillo. Pero alguien tenía que sustituir a Ranieri en Mestalla y ese alguien fue Cúper. Y el Mallorca juega y pierde. Hay una tercera: hurgó el Mallorca en el mercado argentino y se trajo a lo más parecido a Cúper, a Mario Gómez. A día de hoy, Atlético, Valencia y Mallorca miran su casillero de puntos y ven un enorme cero.

En el paraíso de la cabeza de la tabla se ha colado un intruso: el Rayo Vallecano. Es el equipo con menor número de socios y uno de los que manejan un presupuesto más exiguo. Como si no. En Vallecas han sacado licencia para soñar, tras ver cómo el equipo que dirige Juande Ramos ha encadenado dos proezas en una semana. Hizo trizas el discurso de Ranieri, ese que dice que un equipo puede ganar renunciando al balón, en la primera jornada, y ayer echó un poco más de sal en la herida del Mallorca, que se ha acostumbrado a perder cuando más duele, al borde del final.

No tuvo problemas el Madrid para golear al Numancia, que es lo que históricamente acostumbran a hacer los de Chamartín cuando un debutante en Primera se asoma por su feudo. Pero poco añadió ese 4-1 final al momento de euforia en el que se han instalado los blancos. El Numancia aguantó con el 0-0 inicial 45 minutos. Ni uno más. Fue arrancar la segunda parte y marcarse Iván Rocha un gol en propia meta. A partir de ahí el Madrid pegó y pegó. Y lo que no pusieron los blancos lo puso el árbitro, Japón Sevilla, que hizo trizas al Numancia. Mayores problemas tuvo el Barça, que se agarró a Rivaldo para sobrevivir en el Sardinero, donde venció al Racing (1-2). Arriba se han ido Madrid y Barça, como es costumbre. Pero, para costumbre, la de Julio Salinas, que salió del banquillo para marcar los dos goles con los que el Alavés esquivó la derrota ante el Málaga (2-1). La goleada de la jornada la firmó el Zaragoza, que zarandeó al Oviedo (4-0). Y Denilson falló un penalti. Por eso el Betis empató con el Depor (0-0).

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