Incorregible Caminero

Este chico no cambia. José Luis Pérez Caminero sigue estropeando su brillante carrera con acciones tan feas como incomprensibles. Otra patada a destiempo, otra vez por detrás, otra vez en tierra de nadie, otra vez sin posibilidad de jugar el balón... El caso es que a Caminero una estupidez le mandó el domingo antes de tiempo a la caseta.Sucedió en Soria, en el nuevo campo de Los Pajaritos, en el estreno en Primera del Numancia. Caminero siguió el partido desde el inicio en el banquillo, y eso ya no le debió sentar muy bien.

Gregorio Manzano, el entrenador del Valladolid, decidió sacar...

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Este chico no cambia. José Luis Pérez Caminero sigue estropeando su brillante carrera con acciones tan feas como incomprensibles. Otra patada a destiempo, otra vez por detrás, otra vez en tierra de nadie, otra vez sin posibilidad de jugar el balón... El caso es que a Caminero una estupidez le mandó el domingo antes de tiempo a la caseta.Sucedió en Soria, en el nuevo campo de Los Pajaritos, en el estreno en Primera del Numancia. Caminero siguió el partido desde el inicio en el banquillo, y eso ya no le debió sentar muy bien.

Gregorio Manzano, el entrenador del Valladolid, decidió sacarle al campo, ya con el Numancia por delante (1-0), a los 69 minutos. El futbolista internacional no sobrevivió mucho en el terreno de juego. 20 minutos después, en el 89, en un lance sin importancia en el medio campo, persiguió a Octavio y, cuando la pelota ya había salido fuera del campo, le zancadilleó por detrás con la pierna izquierda y le rebañó después con la derecha. No fue una entrada aparatosa, tampoco violenta, ni siquiera capaz de hacer daño. Pero una acción innecesaria, caprichosa, provocadora. Megía Dávila no lo dudó: tarjeta roja. La séptima expulsión de Caminero en Primera División.

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