MOTOCICLISMO Gran Premio de la República Checa

Okada sorprende a Crivillé

El segundo puesto del piloto catalán le permite consolidarse como máximo favorito al título

En las carreras no hay órdenes de equipo ni respeto por el probable campeón. Un kamikaze japonés llamado Tadayuki Okada (Honda) se encargó de dejárselo claro al mundo y a Àlex Crivillé en el último suspiro de un Gran Premio de la República Checa marcado por el aparatoso accidente que obligó a suspenderlo casi al principio.Okada le robó la cartera a su jefe con la meta a tiro de piedra, pero el piloto catalán, pese al sorprendente disgusto inicial, sacó punta a lo positivo de su segunda posición: en el Campeonato del Mundo domina ya con 51 puntos de ventaja sobre el estadounidense Kenny Roberts...

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En las carreras no hay órdenes de equipo ni respeto por el probable campeón. Un kamikaze japonés llamado Tadayuki Okada (Honda) se encargó de dejárselo claro al mundo y a Àlex Crivillé en el último suspiro de un Gran Premio de la República Checa marcado por el aparatoso accidente que obligó a suspenderlo casi al principio.Okada le robó la cartera a su jefe con la meta a tiro de piedra, pero el piloto catalán, pese al sorprendente disgusto inicial, sacó punta a lo positivo de su segunda posición: en el Campeonato del Mundo domina ya con 51 puntos de ventaja sobre el estadounidense Kenny Roberts (Suzuki), tercero ayer en la República Checa.

Al Campeonato del Mundo le quedan seis pruebas, y la calculadora de Crivillé sigue funcionando. A este paso podría proclamarse campeón del mundo de 500cc dos o tres carreras antes del final del curso (cada triunfo vale 25 puntos y, por tanto, ahora tiene ya un mArgen de dos grandes premios). "Sí, el campeonato es lo más importante", reconoció Àlex. "Tengo una oportunidad inmejorable de conquistar el título y no quiero desaprovecharla".

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Por eso, y porque su carácter no es el de Mick Doohan, al noi de Seva no le supo tan mal que Okada le hiciera a él exactamente lo mismo que él le hizo al supercampeón australiano hace tres años en el mismo escenario. "No me lo esperaba", se sinceró, "porque al empezar la última vuelta yo iba primero y la pizarra me marcó que tenía 0,7 segundos de ventaja".

Sin embargo, Okada desencadenó un ataque suicida en ese último giro y adelantó a su compañero español en una maniobra de alto riesgo. Crivillé prefirió no entrar al trapo y, como hizo en la anterior carrera en Alemania, se contentó con la segunda posición y con 20 valiosos puntos de premio.

"Queda un sabor un poco amargo porque me veía ganador", explicó Àlex, que había encabezado la prueba durante siete vueltas -desde la 15 a la 21-, pero que no logró sentenciar. Okada pudo posar en el escalón más alto del podio -acompañado de sus dos hijos-, con Crivillé como segundo y Roberts, tercero. Así se celebró el 50º triunfo del equipo Repsol-Honda y el 60º podio de Crivillé.

El Gran Premio había comenzado torcido por culpa de la caída múltiple que obligó a repetir la salida con un retraso de una hora. El asfalto quedó dañado en el punto en que la moto del inglés Whitham se prendió fuego y fue necesaria la intervención de los servicios del circuito y también un cónclave entre el director de carrera, Roberto Nosetto, y los principales pilotos, entre ellos Crivillé, para decidir qué se hacía.

Finalmente, optaron por celebrar la carrera, pero prohibiendo los adelantamientos -mediante la señalización de banderas amarillas- en el punto donde el asfalto había quedado resbaladizo. Cuando el semáforo volvió a ponerse verde, los mejores formaron un convoy cerrado que duró hasta el momento decisivo. En él estaban Crivillé, Okada, Roberts, y también el italiano Max Biaggi (Yamaha), que fue líder durante mucho rato.

Carlos Checa también intentó estar con los líderes, pero un día más sufrió la inadaptación a su Yamaha. Se cayó en la novena vuelta. "Estoy harto de caerme", dijo, "pero tengo que seguir intentando ir deprisa aunque tengamos problemas técnicos". El resto de españoles acabaron bastante retrasados: Sete Gibernau (Honda) fue 10º y Juan Bautista Borja (Honda), 12º. David de Gea abandonó.

Para todos ellos, la siguiente carrera del campeonato será el Gran Premio de Imola, en Italia, dentro de 15 días. Crivillé vivirá allí un nuevo paso en su cuenta atrás. "Van a ser seis carreras eternas", explicó el líder del Mundial.

A pesar de su clara hegemonía, Àlex y su equipo se quedarán hoy y mañana en Brno para entrenarse durante dos días y mejorar las prestaciones de su moto. "Nos falta un poco de motor", confesó el piloto de Seva.

En estos días quizá trate también de la renovación de su contrato con el equipo oficial Honda para la próxima temporada.

Triunfo de Rossi

Por su parte, el líder del Mundial de 250cc, el italiano Valentino Rossi (Aprilia), mostró su dominio en la carrera de Brno. Derrotó en el esprint final al alemán Ralf Waldmann (Aprilia), que había ocupado el liderato durante casi todo el recorrido. Tercero se clasificó el japonés Tohru Ukawa (Honda). Rossi manda ahora en el campeonato del mundo con 18 puntos de ventaja sobre Ukawa. Ninguno de los pilotos españoles puntuó en esta categoría.

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